El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) alzó el miércoles su voz contra Irán, afirmando que “no puede garantizar” que su programa nuclear “sea exclusivamente pacífico”.
Un informe confidencial, al que tuvo acceso AFP, apunta que no hay “ningún avance” en relación a tres instalaciones no declaradas en las que se descubrieron rastros de uranio.
Irán pidió en repetidas ocasiones el cierre de la investigación del organismo de la ONU y se niega a seguir cooperando, a pesar de que la Junta de Gobernadores del OIEA votó en junio una resolución crítica.
La cuestión de las instalaciones no declaradas es uno de los principales escollos en las negociaciones que comenzaron en abril de 2021 en Viena para reactivar el acuerdo de 2015, destinado a limitar el programa nuclear de Irán a cambio del levantamiento de las sanciones estadounidenses que ahogan su economía.
– “Cada vez más preocupado” –
En el documento, presentado antes de la reunión de la Junta de Gobernadores de la próxima semana, el director general del OIEA, el argentino Rafael Grossi, afirma que está “cada vez más preocupado por la falta de cooperación de Irán”.
Por ello pide a la República Islámica que “cumpla con sus obligaciones legales” y ofrezca “explicaciones técnicamente creíbles”.
El OIEA lamenta la decisión de Irán de retirar 27 cámaras de vigilancia de varios lugares, alegando “consecuencias perjudiciales para la capacidad” de verificar el carácter civil del programa nuclear.
El organismo, que ya sufre restricciones en las inspecciones desde febrero de 2021, cita “retos considerables” para poder entender el conjunto de las actividades de Irán, incluso en caso de que Teherán y las principales potencias alcanzaran un acuerdo y se restableciera el acceso.
“No es una tarea imposible, pero requerirá un gran esfuerzo”, confirmó a la AFP un diplomático con sede en Viena.
A pesar de los signos positivos del mes pasado, las negociaciones parecen haberse estancado de nuevo.
El pacto de 2015, conocido por sus siglas JCPOA, tiene como objetivo impedir que Irán adquiera armas nucleares, un objetivo que siempre negó perseguir.
Pero tras la retirada de Estados Unidos del acuerdo y del restablecimiento de las sanciones estadounidenses que ahogan su economía, Irán ha ido incumpliendo sus obligaciones.
– “Purgatorio” –
Las existencias de uranio enriquecido de Irán ya superan 19 veces el límite autorizado.
Hasta el 21 de agosto, las existencias eran de 3.940,9 kg, frente a los 3.809,3 kg de mediados de mayo, muy lejos del tope de 202,8 kg al al que se había comprometido el país.
Dentro de esas reservas, el país dispone de 55,6 kg de uranio enriquecido al 60% (frente a los 43,1 kg anteriores), un umbral cercano al 90% necesario para desarrollar un arma atómica.
Según dijo a la AFP la misma fuente diplomática, Irán tardaría probablemente “de tres a cuatro semanas” en alcanzar la cantidad requerida, sabiendo que el proceso para lograr una bomba incluye otras etapas.
“Mientras el acuerdo sigue atascado en el purgatorio, Irán está aprovechando el tiempo para reforzar su programa nuclear”, dijo en una nota Henry Rome, un analista de Eurasia Group.
A la vista de estos dos informes, la Junta de Gobernadores del OIEA podría decidir ir más allá y remitir el conflicto al Consejo de Seguridad de la ONU, que tiene la facultad de imponer sanciones.
Pero según el experto, este escenario es “improbable en un momento tan delicado”. E incluso si las negociaciones se estancan, “ni Irán ni Estados Unidos parecen estar dispuestos a dar el pistoletazo de salida a las negociaciones, y a enfrentarse a los retos que supondría una intensificación de las tensiones bilaterales”, apunta Rome.
AFP