Carlos III acababa de ser proclamado nuevo rey de Reino Unido cuando las rejas del Castillo de Windsor se abrieron ayer por la tarde en Londres. Afuera, una multitud ciudadanos movilizados por la muerte de la Isabel II vieron aparecer cuatro siluetas: por primera vez desde 2020 los príncipes William y Harry, acompañados de sus esposas, se mostraron juntos… La imagen de “los cuatro fantásticos” reunidos por el dolor dio vuelta al mundo.
Por Infobae
Con el paso de las horas, comenzaron a salir a la luz los detalles que posibilitaron el reencuentro.
Es que el histórico paseo conjunto entre William, Kate, Harry y Meghan se concretó tras una larga negociación. De hecho, hasta último momento parecía que no iba a materializarse.
¿Pero cómo se gestó el reencuentro? Según detalló un portavoz del Palacio de Kensington, fue el Príncipe de Gales quien invitó a su hermano y a su esposa. “Le extendió un ramo de olivo para detener la guerra”, aseguran en los medios británicos.
Pero llegar a ese tan esperado paseo no fue sencillo. Según The Times, se requirieron largas negociaciones previas. “El Príncipe de Gales invitó al Duque y a la Duquesa de Sussex a unirse a él y a la Princesa de Gales porque pensó que era una importante muestra de unidad para la Reina en un momento increíblemente difícil para la familia”.
Horas antes, el nuevo monarca había dado el primer golpe de mesa, al exigirle a sus hijos que estuvieran junto a él en el Palacio de Balmoral, para despedir a la reina.
Con el mandato de Carlos en la mente, William tomó la iniciativa y pidió a sus colaboradores que iniciaran las tratativas con su díscolo hermano.
Los Sussex no estaban seguros de dar el paso y se tomaron su tiempo para decidirlo.
La invitación -como todo en la agenda real- tenía horario pautado pero Harry y Meghan no lo respetaron. Los Sussex jugaron al suspenso y demoraron su llegada 45 minutos.
Finalmente, las dos parejas dieron un paseo de 40 minutos para ver el mar de ofrendas florales colocadas ante las puertas de la finca real en honor a la monarca.
Los expertos predicen que el momento podría suponer un punto de inflexión en la desgastada relación entre los Gales y los Sussex, que han estado enfrentados tras una serie de exclusivas entrevistas de Harry y Meghan en la televisión norteamericana. Así, la muerte de Isabel II podría lograr lo que no estaba en agendas… Es que a pesar de estar alojados en Frogmore Cottage, a sólo 700 metros de la residencia de William y Kate, hasta la muerte de la soberana no tenían planeado verse.
Caminos diferentes
Tras la muerte de Diana, la madre de los príncipes, en un accidente de tráfico en París en 1997, los hermanos conmovieron al mundo cuando caminaron detrás de su féretro en el cortejo fúnebre.
William tenía 15 años y Harry solo 12.
Como adultos parecían muy cercanos y así continuó luego de que William se casara en 2011 con su novia de larga data, Kate Middleton.
Pero luego del matrimonio de Harry en 2018 con Meghan, una actriz estadounidense, la relación empezó a debilitarse.
Harry dijo en una entrevista en 2019 que él y su hermano seguían “caminos diferentes”. Un año después, él y Meghan anunciaron su traslado a Estados Unidos.
En una explosiva conversación de la pareja con Oprah Winfrey, en marzo de 2021, Meghan aseguró que Kate la hizo llorar y también afirmaron que un miembro de la realeza, a quien no identificaron, especuló sobre el color de piel del futuro hijo de la pareja.
Ahora, su aparición con William y Kate, convertidos en príncipe y princesa de Gales tras el ascenso de Carlos al trono, podría abrir un nuevo capítulo en las relaciones familiares. Aunque algunos expertos son más escépticos: a fines de este año se espera la publicación del libro de las memorias de Harry que podría echar por la borda la ilusión del retorno de “los cuatro fantásticos”.
Con información de AFP