El flamante rey Carlos III del Reino Unido construyó su propio imperio mucho antes de heredar el de su madre, la reina Isabel II, quien falleció el jueves pasado en el Castillo de Balmoral (Escocia).
Por Infobae
Carlos, proclamado formalmente como rey el sábado en el Palacio de St. James, pasó unos 50 años convirtiendo su patrimonio real en una cartera de miles de millones de dólares y uno de los ingresos más lucrativos en el negocio de la familia real.
A diferencia de Isabel II, quien delegó en gran medida la responsabilidad de su cartera, Carlos se involucró mucho más en el desarrollo de la propiedad privada conocida como el Ducado de Cornualles. En los últimos años, contrató profesionales destacados que lograron aumentar el valor y las ganancias de su cartera en aproximadamente un 50%, de acuerdo al medio estadounidense.
El Ducado de Cornualles es dueño del histórico campo de cricket The Oval, tierras de cultivo en el sur de Inglaterra, propiedades junto al mar, oficinas en Londres y el depósito de un supermercado suburbano. La cartera de bienes raíces genera millones de dólares al año en ingresos por alquiler.
Las tenencias del conglomerado están valoradas en aproximadamente 1400 millones de dólares, contra los 949 millones de dólares de la cartera privada de Isabel.
La fortuna de la familia real, reunida en la empresa The Royal Firm, se estima en 28.000 millones de dólares. Además, el clan tiene una riqueza personal de la que poco se conoce.
Carlos ahora se hará cargo de la cartera de su madre y heredará una parte de esta fortuna personal. El nuevo rey no pagará impuestos, por lo que podría aumentar la polémica en torno a la monarquía, dado que que los ciudadanos británicos normalmente pagan alrededor del 40% del impuesto a la herencia. Asimismo, transferirá el control del ducado a su hijo mayor, William, para que lo siga desarrollando sin la obligación de pagar impuestos corporativos, según The New York Times.
Mientras la familia real aumentaba su riqueza, el Reino Unido atravesaba importantes recortes presupuestarios de austeridad, con los niveles de pobreza disparándose a niveles históricos. El estilo de vida de los miembros de la monarquía hace tiempo está en el foco de la tormenta. Se los acusa de estar lejos de la gente común. La llegada de Carlos al poder coincide con una crisis del costo de vida en el país que se espera agrave aún más la pobreza.
Laura Clancy, autora de Running the Family Firm: How the Monarchy Manages Its Image and Our Money, aseguró que Carlos transformó las cuentas reales. “El ducado se ha estado comercializando constantemente durante las últimas décadas. Se maneja como un negocio comercial con un director ejecutivo y más de 150 empleados. Para la autora, lo que solía considerarse como un “montón de tierras de la nobleza terrateniente” ahora funciona como una empresa, según el artículo de The New York Times.