La capilla ardiente de Isabel II abrió este miércoles sus puertas al público en el Palacio de Westminster en Londres, donde los primeros ciudadanos pudieron ya presentar sus respetos a su reina fallecida a los 96 años tras siete décadas en el trono.
El féretro de la reina, cubierto por el estandarte real y la corona imperial, permanecerá en Westminster Hall, la parte más antigua del Parlamento británico, hasta el lunes en la mañana, cuando se celebre el funeral de Estado y su entierro.
Ocho militares en uniforme de gala portaron el ataúd de la monarca, fallecida el pasado jueves a los 96 años, hasta un catafalco púrpura situado en el interior del Westminster Hall, la parte más antigua del edificio que acoge el Parlamento británico. AFP
Tanto Enrique como el príncipe Andrés, hermano de Carlos III, visten chaqué en lugar de uniforme militar, en el primero de los casos tras renunciar a sus funciones como miembro de primer nivel de la familia real y en el segundo por quedarse sin títulos tras verse envuelto en una trama de abusos sexuales.
El féretro, sobre el que reposan el estandarte real y la corona imperial, avanza sobre un carro de armas tirado por caballos, que recorrerá en aproximadamente 40 minutos la distancia que separa Buckingham del Palacio de Westminster. El arzobispo de Canterbury oficiará después una misa en memoria de la difunta monarca.