Apenas unos días después de sufrir una dura derrota en Ucrania, que le ha obligado a retroceder, Vladimir Putin ha ordenado el despliegue de más de 30 buques de guerra, con algunos submarinos nucleares, cerca de la costa de Estados Unidos.
Por Paco Rodríguez | La Razón
La “escalofriante” demostración de fuerza rusa se produjo el pasado viernes en Alaska, en los mares de Barents y Laptev -un área donde Rusia tiene importantes activos militares-. donde realizaron una serie de maniobras que incluía el uso de artillería.
Uno de los ejercicios consistió en el lanzamiento de misiles Granit y Oniks desde la Ruta del Mar del Norte, un paso estratégico para el transporte marítimo que conecta Europa y el Pacífico.
El Ministerio de Defensa ruso explicó que los misiles “alcanzaron un objetivo marítimo complejo, imitando un destacamento de buques de guerra de un enemigo simulado, a una distancia de más de 400 kilómetros”.
Esta noticia viene a aumentar los temores de que Rusia haya “aumentado significativamente” su presencia militar en el Ártico, con la intención de poder controlar tanto las rutas comerciales como los recursos naturales de la zona.
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