Desde hace meses, funcionarios republicanos locales, entre los que se destaca el poderoso gobernador de Texas, Greg Abbott, han venido trasladando inmigrantes a los bastiones demócratas en todo el país.
Por Semana
Lo hacen para denunciar la política del presidente Joe Biden, a quien acusan de haber convertido la frontera con México en un colador, y para intentar poner la inmigración en el centro de la campaña para las elecciones de medio mandato del 8 de noviembre.
Nueva York, tanto el estado como la ciudad, se han visto afectados de manera directa por esta problemática. El pasado fin de semana el alcalde de la Gran Manzana, Eric Adams, denunció que el pasado fin de semana nueve buses arribaron con casi 50 inmigrantes en cada uno, situación que está llenando los albergues en la ciudad y los está poniendo al borde del colapso.
“Estamos mirando para ver cómo lidiamos con este problema”, dijo el alcalde en entrevista con la emisora WCBS. Precisamente una solución es la de poder llevar e instalar a los migrantes en los cruceros que llegan a allí y que se encuentran anclados en los diferentes muelles de la ciudad, según publica el diario The New York Times.
Según cifras que dio a conocer Adams, 11.000 inmigrantes han llegado a Nueva York desde el pasado mes de mayo, la mayoría desde el estado de Texas y solo en el mes de septiembre ya se han recibido cerca de 1.500 de ellos en los albergues de la capital del mundo.
Estas prácticas de envío de migrantes del sur al norte del país están colapsando varias ciudades y también se han convertido en una batalla política, a pocas semanas de las elecciones legislativas en la que los demócratas pueden perder el control del Congreso.
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