Sonalee Mercado, una ama de casa de 33 años, afirma que su cuerpo aún siente angustia. Dice también que junto a esa angustia, siente una tristeza profunda y que ha llorado tanto que sus lágrimas “se han secado”.
Por BBC Mundo
La mujer no es ajena a ninguna de estas emociones. Vive en Puerto Rico junto a su esposo, un mecánico de 30 años y sus dos bebés, uno de 4 años y otro de 2 meses.
Y por segunda ocasión se ha salvado de la amenaza directa de un huracán.
El domingo pasado, cuando el ciclón Fiona azotó las costas del territorio estadounidense como un huracán categoría 1 con vientos sostenidos 137 Km/h y copiosas lluvias, Sonalee se encontraba en su casa pensando que estaría segura.
A esa vivienda, localizada en un barrio montañoso de Aguas Buenas, un pequeño pueblo del centro de Puerto Rico, se mudó luego de haberlo perdido todo durante el paso del huracán María, que hace exactamente cinco años destruyó gran parte de la isla.
Las inundaciones provocadas por el huracán Fiona dejaron más de 2.000 desplazados en Puerto Rico. En la imagen, una zona residencial en Juana Matos, Cataño.
En el aniversario de aquel huracán que cobró la vida de casi 3.000 personas y causó miles de millones en daños, nuevamente debe pensar en cómo reiniciar su vida.
“Con María fue duro. Devastador. Pero como ahora, jamás. El sufrimiento que yo tuve el día del huracán Fiona, con mis niños asustados, todavía lo siento hoy”, dice en entrevista con BBC Mundo.
Al igual que Sonalee, miles de personas han quedado desplazadas por los deslaves e inundaciones de este ciclón, cuyos daños reales aún no se han calculado.