Una niña de cinco años empieza soñar todas las noches con una mujer que le dice que no debe comer. Y que de día también debe dormir. Y deja de comer y deja de jugar. Los médicos no le encuentran nada. Pero ella se va apagando.
Por: TN
Su hermana menor de tres años no puede expresarse con palabras pero de noche, mientras duerme, dibuja símbolos con los dedos. Los entrecruza de maneras extrañas. El hermano mayor no tiene más de diez y ve pasar sombras por la cocina. Sombras inexplicables que se pierden en una pared.
El padre se queda sin trabajo. Los electrodomésticos se averían misteriosamente. Y en ciertos ambientes la temperatura es más baja que en el resto del hogar. Ya nadie puede conciliar el sueño allí. La caída del sol es una maldición para todos.
No es el comienzo de una película. Es lo que pasó en febrero en una casa humilde de San Pedro, en Argentina. Fue Lucía, la madre de la familia, la que supo que necesitaban ayuda de expertos.
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