China emitió hoy una alerta amarilla, la segunda en nivel de su sistema de alarma basado en cuatro colores, ante el paso durante los próximos tres días por el mar de China Meridional del tifón Noru, que ha dejado atrás Filipinas con graves destrozos.
El Noru, el decimosexto tifón que se forma este año en la región asiática, se materializó como tormenta tropical el pasado 22 de septiembre al este de la isla filipina de Luzón.
Se estima que golpee en los próximos días varias islas habitadas en la zona, muchas de las cuales reclama Pekín como parte de su territorio, antes de su llegada a las costas de Vietnam el miércoles, según la Administración Meteorológica de China.
Se espera que el tifón, a cuyo paso por Filipinas como un super tifón dejó un saldo de cinco muertos y más de 74.000 evacuados por sus vientos de 185 kilómetros por hora, ocasione vendavales y tormentas de lluvia en el mar de China Meridional y las zonas costeras del sur de China.
En la mañana de este lunes hora local, el debilitado tifón se hallaba a unos 195 kilómetros de la isla de Huangyan (atolón Scarborough), que se disputan China y Filipinas, y seguía un rumbo oeste a una velocidad de 25 a 30 kilómetros por hora.
Debido a la influencia conjunta del Noru y un frente frío desarrollado en la zona, se espera que las regiones que incluyen las áreas costeras de la provincia de Fujian en el este de China, las provincias de Cantón y Hainan en el sur de China, y las partes occidentales de la isla de Taiwán experimenten vendavales de hasta 75 a 88 kilómetros por hora, según el diario oficialista Global Times.
Por ello, los meteorólogos chinos aconsejaron que los barcos y las personas se mantuvieran alejados de las áreas afectadas, y se ordenó que el personal que se halla trabajando en el mar que rodea las disputadas islas Paracel (Xisha en mandarín) y Macclesfield (Zhongsha) sea evacuado de manera ordenada. EFE