La Organización de las Naciones Unidas estudió de forma pormenorizada el terror de la tortura en Venezuela. Es justo reconocer que en sus comienzos existia escepticismo acerca de resultado, ya que la investigación es dirigida por la Presidenta Bachelet, militante de la izquierda chilena.
Nos equivocamos, ha resultado su trabajo un informe histórico, imparcial que cierra la puerta a los argumentos de la tiranía, ante cuyos desmanes suelen decir que todo proviene de la derecha. Debemos un reconocimiento a la Dra. Bachelet y su equipo; presenta la realidad al mundo, que hoy sabe quienes son las victimas y los victimarios.
Conocidos los nombres de estos últimos y comprobada su participación, en las violaciones de los derechos humanos, destacan las ejecuciones extrajudiciales, las desapariciones forzadas, las detenciones arbitrarias, los tratos crueles, inhumanos y degradantes.
Resaltan la perfección de los mecanismos de la tortura mas estilizada, bajo la dirección personal del tirano Nicolas Maduro, jefe de la cadena de mando, que se caracteriza por la violencia de sus actos, dejando un rastro de sangre y muerte, nunca visto en Venezuela.
Se aclara: solo aparecen las identidades de algunos, generalmente a nivel de directores de linea y superiores. Falta presentar los nombres y responsabilidades de toda la estructura de cargos medios y bajos, junto a los que indirectamente se han prestado para llevar adelante esta masacre contra seres humanos inocentes.
La lista completa es importante, algún día cesará la impunidad y -todo aquel que por acción u omisión- sea responsable, debe rendir cuenta a la justicia universal.
Muchos son los participes de estas operaciones, inicialmente al mando de Chávez, quien fue el primer cerebro torturador, que asumió y perfeccionó el ya mencionado usurpador. Lo planteado en el informe es de una gravedad sin precedentes . Cualquiera puede acceder a él en la siguiente dirección:
https://www.ohchr.org/es/press-releases/2022/09/venezuela-new-un-report-details-responsibilities-crimes-against-humanity
Tampoco se debe descuidar la participación de asesinos extranjeros, sobre todo Cubanos y Rusos, cuyos nombres, las investigaciones particulares en Venezuela, ya los tiene perfectamente identificados.
Además de los opositores, el ensañamiento es implacable contra los pueblos originarios y es inquietante, que los grandes paladines izquierdistas en el mundo, no han pronunciado palabra. Ni las legiones feministas, ni las comunidades contra la violencia sexual ni de género, se han manifestado para defender a muchos de sus miembros, perseguidos y masacrados.
Monstruos perversos, conforman un mecanismo en funcionamiento en todo el país. No solo en los centros de reclusión, tienen viviendas en las urbanizaciones y barrios, donde han preparado la instrumentalización de la barbarie, para someterlas en la clandestinidad.
El mundo debe reconocer la narrativa de esta realidad dramática, aunque existan ya interesados en blanquearla. Brutal tentativa, por ejemplo, del Presidente de Colombia, Gustavo Petro, que insolitamente ha nombrado al jefe torturador, garante de paz en su país. Deberá la historia también juzgar estas conductas. El silencio de Lopez Obrador, de José Mujica de Uruguay, silencio de injusticia.
Aunque en desacuerdo también por la actual crisis creada en Chile, es justo reconocer, que hasta el momento, el Presidente Boric, ha mantenido una posición firme en la defensa de los derechos humanos en Venezuela.
Ojalá el gobierno de EEUU, tome nota debida del informe y actúe en consecuencia. Deben saber que Venezuela es una Ucrania escondida, bombardeada por la delincuencia mundial, incluso con Putin como estratega.
Conformada las historias privadas, surge un expediente rojo manchado con su sangre. Los torturadores gozan con el sufrimiento. Regresa el fantasma de Pinochet, los militares Argentinos y Uruguayos, Pacientemente se escuchan voces clamando justicia.