¿Quien es el culpable de los corte de Luz, Argenis o quién? por Robert Alvarado @robertveraz

¿Quien es el culpable de los corte de Luz, Argenis o quién? por Robert Alvarado @robertveraz

“Yo tenía una luz que a mí me alumbraba y venia la brisa ¡y fua! Y me la apagaba…” Alfonso Vélez

“Como algo invisible. Venia y soplaba”, sigue la canción boricua, tornada en un aguinaldo muy popular en las navidades venezolanas, que este año comienzan mañana 1° de octubre por decisión presidencial, una patraña gubernamental más, de esas usadas para echarnos tierrita en los ojos y ocultar las calamidades que se acrecientan sin cesar por todos lados en esta, aún, tierra de gracia. La falta de luz, entiéndase, fallas en el suministro eléctrico, es una de esas calamidades, antes era algo extraordinario, hoy, es un hecho cotidiano generador de diversas circunstancias con daños que se multiplican en los hogares venezolanos, sin que nadie responda por esos perjuicios, en ocasiones irreparables, bien por la falta de recursos para afrontar los daños o bien por la magnitud del daño mismo.

En todo el territorio nacional se hace sentir la falta de luz, se habla de cortes programados, interrupciones, ya no encuentran cómo llamar las cada vez más frecuentes y prolongadas fallas del servicio eléctrico nacional, lo que era una excepción ahora devino en regla, la falta de luz. Obviamente, tal situación, además de causar incomodidades, conlleva un impacto negativo en la economía a todos los niveles, además de elevar a la N potencia la ineficiencia del aparato gubernamental, me explico, el deterioro del sistema eléctrico nacional viene aparejada a la pérdida de eficiencia de ese aparato gubernamental por efecto principalmente de la corrupción, madre de guisos notables.





Una muestra representativa de tales guisos la tenemos en los bolichicos con Leopoldo Alejandro Betancourt López a la cabeza, con la empresa DERWICK ASSOCIATES DE VENEZUELA, A., presidida por él, obtuvo 11 contratos públicos en 14 meses, en el marco de la emergencia eléctrica. Sobreprecio y triangulación tecnológica ficticia sobresalen entre las irregularidades de su relación con el Estado venezolano, que incluye otras contrataciones opacas con empresas vinculadas a él.

Ahora bien, esas irregularidades son un tema trillado, pero están en el tapete porque recientemente le dictaron orden de aprehensión al susodicho, mejor conocido como Alejandro Betancourt. No es que se quiera hacer justicia por los ilícitos cometidos por él, no, esa orden de aprehensión forma parte de una arremetida para que Rafael Ramírez cierre la jeta, así de sencillo. Mientras sigue ese contrapunteo entre rojos rojitos, el resto de los mortales tenemos que tragar grueso por tener que pagar las consecuencias de las conductas delictivas que simplemente destruyeron el sistema eléctrico nacional y para mayor molestia de tirios y troyanos lo poco que queda en pie se presenta como un gran logro, al mejor estilo de Reverol.

De tal manera que la crisis eléctrica no sólo ocasiona molestias, incomodidades o disgustos por los cortes o interrupciones del servicio, peor aún, por el cinismo y desfachatez de quienes tienen o tuvieron la responsabilidad de solventar esa problemática, algo que tiene un impacto demoledor a escala nacional y que en Barinas, de dónde salió el padre de la creatura, el difunto eterno, viene a ser como una maldición gitana, ya que una de las mayores expectativas actuales entre los barineses, no exagero al decirlo, es ¿cuándo vendrá la luz? El centro de la atención no radica, como otrora, en cuándo se iría la luz, de acuerdo a los cortes programos, ahora, la fe en Dios se ha incrementado, pues la consigna hecha común es, si Dios quiere llegará la luz, es decir, ahora la prestación efectiva de ese servicio se deja en manos de Dios por el manto de incertidumbre que lo caracteriza.

La alusión a Dios, a la fe, no es ironía, es la realidad, en mi linda Barinas las horas con servicio eléctrico se han reducido a tal punto, que disponer del mismo viene a ser como una obra de caridad por parte del régimen, tal vez por la pela que le dimos en las urnas electorales, pero estoy convencido que es por la ineptitud de los gobernantes, aunada a la corrupción que tienen como bandera. Veamos, Argenis Chávez fue incapaz como gobernador de consolidar el proyecto de Termobarrancas en el Municipio Cruz Paredes, peor aún, anunció el fracaso de ejecución con bombos y platillos, entre su desfachatez y el cinismo implícito en el discurso de la iguana y el rebipelao subyace el carácter rapaz y hamponil de quienes han venido detectando el poder por obra y gracia del difunto eterno.

Barinas sin luz es una macula para quien viene diciendo que la Guaira es mejor que Miami, que Valencia es mejor que Miami, yo creo que va a llegar hasta ahí en sus comparaciones, porque de Valencia en adelante los términos de comparaciones absurdas se le agotan y respecto a Barinas desprovista de energía eléctrica lo único de alentador que tiene es la actitud de su gente, que desde tiempos inmemoriales han sabido sobreponerse a las más duras adversidades, y así tengamos que usar mechurios, a lo que nos están obligando, y a espantar el calor con la suave brisa sabanera, porque los aires acondicinados y ventiladores no aguantan las descargas que resultan fulminantes para estos y otros equipos eléctricos. Ánimo, que con o sin luz, desde Barinas seguiremos marcando la pauta en los cambios que se necesitan para salir de la penumbra en la que nos tienen en toda Venezuela y lo mas doloroso de esto nadie da respuesta de la crisis eléctrica que vive el estado llanero como titulé al comienzo: ¿Quien es el culpable de los corte de Luz, Argenis o quién? Esa es mi pregunta para la gente de Corpolec que no dan respuesta a los barineses


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