Anthony Grande se mudó de Fort Myers hace tres años en gran parte por el riesgo de huracanes. Ha vivido en el suroeste de Florida durante casi 19 años, había experimentado los huracanes Charley en 2004 e Irma en 2017 y vio lo que los ciclones tropicales más fuertes podrían hacer a la costa.
Por CNN
Grande le dijo a CNN que quería encontrar un nuevo hogar en el que los desarrolladores priorizaran la resiliencia climática en un estado que es cada vez más vulnerable a las marejadas ciclónicas que baten récords, vientos catastróficos y lluvias históricas.
Lo que encontró fue Babcock Ranch, a solo 20 kilómetros al noreste de Fort Myers, pero aparentemente a años luz.
Babcock Ranch se autodenomina “el primer pueblo de Estados Unidos alimentado por energía solar”. Su cercano conjunto solar -formado por 700.000 paneles individuales- genera más electricidad que la que utiliza el barrio de 2.000 viviendas, en un estado donde la mayor parte de la electricidad se genera quemando gas natural, un combustible fósil que calienta el planeta.
Las calles de este barrio meticulosamente planificado se diseñaron para que las casas no se inunden. Los jardines nativos a lo largo de las calles ayudan a controlar las aguas pluviales. Las líneas de electricidad e internet están enterradas para evitar daños por el viento. Además, todo esto se ha realizado de acuerdo con las estrictas normas de construcción de Florida.
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