En las entrañas de un bosque de Sajonia, inmerso en un espectacular paisaje, nos topamos de lleno con uno de los lugares más bellos y místicos de Alemania. Su nombre ya nos adelanta que es un lugar de otro mundo, y es que el conocido como Puente del Diablo ha llegado hasta nuestros días en como un lugar de leyendas y mitos asociadas con el propio Satanás.
Por 20minutos.es
Un puente a cambio de un alma
El lago es el elemento principal del Parque Kromlauer, en el municipio sajón de Gablenz. Pero lo que atrae año tras año a miles de visitantes al lugar es la espectacular construcción que se refleja en sus tranquilas aguas creando un círculo perfecto. Esa bella estampa que crea el Rakotzbrücke o Puente del Diablo inspira todo tipo de leyendas y misterios, y es que se dice que es la puerta de entrada a otro mundo.
Y no solo eso, ya que la construcción del puente va más allá de las habilidades humanas de la época. Las leyendas cuentan que se trata de una obra del mismísimo diablo, de ahí su nombre y el de otros muchos puentes que comparten la misma estructura. De Rakotzbrücke se cuenta que Satanás lo levantó a cambió de un alma humana e incluso que su constructor tuvo que venderle la suya propia.
Una estructura frágil
La historia real tras el puente se remonta a 1860, cuando su construcción fue encargada por Friedrich Hermann Rotschke, amante de la naturaleza y de arquitectura gótica. La estructura está compuesta por piedras de basalto aseguradas por vigas de madera, que se completan con agujas de piedra a cada lado que tratan de imitar columnas reales de basalto. En total, el puente tardó 10 años es ser construido del todo.
Sin embargo, aunque lo primero que pensemos al llegar a este mágico enclave sea en cruzar de una orilla a otra, hay que tener en cuenta que está prohibido atravesar el puente, ya que se encuentra en un estado muy frágil.