Las autoridades de San Petersburgo, la segunda ciudad más grande de Rusia, anunciaron este viernes que se suspenderán los actos previstos para festejar la Navidad y el nuevo año a fin de destinar todo ese dinero a adquirir más equipamiento militar para enviar a las tropas que luchan en Ucrania.
“En una reunión del gobernador, Alexander Beglov, con miembros del Gobierno de la ciudad, se ha tomado la decisión de cancelar los eventos festivos previamente planificados con motivo del Año Nuevo. Los fondos ahorrados se utilizarán para la compra de equipos y equipos adicionales para voluntarios y movilizados”, señaló la Administración de la ciudad en un comunicado.
De esta manera, no tendrán lugar este año los tradicionales conciertos en la plaza del Palacio ni los de la avenida Nevski. Tampoco se verán este diciembre los fuegos artificiales ni se hará la recepción benéfica en el Palacio Tauride, según detalló la agencia de noticias TASS.
Sin embargo, la ciudad sí mantendrá las actividades de Año Nuevo de carácter infantil y destinadas a las familias.
Con esta medida, San Petersburgo se sumó a la reciente decisión similar de las autoridades de Leningrado, región en la que está circunscripta la ciudad.
Este anuncio se dio en un mal momento para Rusia en cuanto a la guerra en Ucrania, donde las tropas de Zelensky han logrado expulsar a las tropas invasoras de varias ciudades, en una contraofensiva que ha demostrado gran éxito.
Ucrania advirtió también al ejército ruso que deponga sus armas para “salvar a Rusia de la tragedia y la humillación” y les aseguró que Kiev garantizará el bienestar de quienes desistan de seguir combatiendo en la guerra. “Pagan con sangre las fantasías y los falsos objetivos de alguien”, dijo el ministro de Defensa Oleksii Reznikov.
A raíz de ello, Putin anunció este viernes la destitución de un alto miembro de su ejército, el segundo cambio en menos de una semana. Se trata del comandante de su Distrito Militar Oriental, el coronel general Alexander Chaiko, quien sería reemplazado por el teniente general Rustam Muradov, según informó el sitio de noticias ruso RBC.
Esta ola de despidos expone la pérdida del rumbo de Rusia tras la serie de derrotas y humillaciones en la guerra.
Junto a esto, el último tiempo Putin también se vio forzado a tomar una serie de medidas para hacer frente a las dramáticas pérdidas en el noroeste de Ucrania y la reconquista de muchas ciudades por parte de las tropas de Zelensky.
Una de las últimas órdenes del Kremlin fue la movilización de unos 300.000 reservistas para ir al frente de batalla, lo que tuvo un muy bajo apoyo y provocó un éxodo masivo de hombres.
También, llevó a cabo referéndums a fin de determinar la anexión de las regiones de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporizhzhia a su país.
Estas votaciones, en las cuales las autoridades del Kremlin anunciaron que ganó la opción a favor de la incorporación de las zonas, no fueron reconocidas por la mayoría de los países occidentales quienes, por el contrario, impusieron más sanciones. La ONU también desconoció los resultados y aseguró que no recogen la “genuina voluntad popular”.
Con información de Europa Press | Infobae