La cifra de muertos por el ataque lanzado el pasado jueves con misiles por las fuerzas rusas en Zaporiyia asciende ya a veinte, mientras los heridos en el último bombardeo contra esta ciudad la pasada noche, con 13 muertos, asciende ya a 89, entre ellos once niños.
“Recién terminamos de retirar en la avenida los escombros del jueves. En este momento tenemos veinte muertos”, dijo el jefe de la administración militar regional de Zaporiyia, Oleksandr Staruj, en declaraciones a televisión que recoge la agencia Ukrinform.
Las tareas de desescombro, en las que participaron equipos de rescate, empleados de los servicios públicos y voluntarios se prolongaron durante más de tres días.
En el ataque, que tuvo lugar a las 05.00 de la madrugada del pasado jueves, las tropas rusas lanzaron misiles S-300 en el centro de la ciudad que destruyeron, entre otros, un edificio residencial de cinco plantas y otro de cuatro.
Los equipos lograron rescatar a 21 personas con vida. Entre los muertos hay un niño.
En tanto, Kirilo Timoshenko, jefe adjunto de la Oficina del Presidente, elevó a 89 el número de heridos en el último ataque lanzado por las fuerzas rusas en Zaporiyia, con trece muertos.
“El número de muertos y heridos ha aumentado. Entre ellos hay muchos niños. Como consecuencia de los ataques con misiles contra la ciudad, murieron trece personas, entre ellas un niño. Resultaron heridos 89 civiles, entre ellos once niños”, escribió en un mensaje en Telegram.
Staruj también se refirió a este último ataque lanzado por el ejército ruso al declarar que “la región está siendo bombardeada a diario desde que comenzó la guerra y Zaporiyia ha sido golpeada últimamente”, ataques que calificó de “puro terror”.
Agregó que los aviones rusos lanzaron doce misiles, entre ellos J-22 y J-59.
“No podían no saber a dónde disparaban, es decir, dispararon a propósito contra edificios residenciales”, subrayó.
El ataque se produjo a las 02.00 de la pasada madrugada hora local contra uno de los barrios residenciales de la ciudad.
En tanto, Vadym Denisenko, asesor del ministro de Interior, se mostró convencido de que el objetivo de estos ataques es desmoralizar a la población y provocar su huida.
En declaraciones a la televisión ucraniana, Denisenko señaló que los bombardeos de los últimos días en Zaporiyia han estado dirigidos a zonas residenciales y no tienen ni siquiera “una relación teórica con ninguna operación de combate”.
“Es decir, en este caso, su estrategia es un intento de desmoralizar a la ciudad y hacer que la gente empiece a huir de ella, un intento de hacer todo lo posible para quebrar el espíritu de la ciudad”, dijo.
Agregó que “lo que hicieron y hacen en Mykolaiv y Jarkiv se traslada ahora también a Zaporiyia”, al referirse a los bombardeos rusos contra infraestructuras civiles.
EFE