Los familiares de los cinco tripulantes de la embarcación Santo Amaro II, exigen a las autoridades mejorar la investigación, ya que han pasado cinco meses desde que se hicieron las primeras denuncias y no han hecho nada al respecto.
Corresponsalía La Patilla
Olga Gotopo, hija de uno de los marinos, detalló este martes 11 de octubre, que tienen información de que sus familiares están secuestrados en la Guajira de Colombia por un cartel al que el dueño de la embarcación le hurtó una mercancía que debía entregar en Panamá y desde entonces le tiene secuestrados a los cinco marinos y la embarcación.
Aunque los familiares no tienen una prueba de vida, están seguros de que están vivos, pues no hay ninguna prueba de que el barco se haya hundido, como dijo el único sobreviviente que llegó vivo a Falcón, cuando según él mismo contó que fue rescatado cuando la embarcación se estaba hundiendo.
Las hijas de los marinos desaparecidos cuentan que sus padres tienen toda la vida trabajando en el mar y son profesionales que se conocen las aguas, por lo que no creen que el barco se haya hundido a pocos minutos de llegar a su destino y ningún cuerpo haya sido rescatado.
Aseguran que desde que el barco salió del muelle de Las Piedras en el municipio Carirubana, hay una gran incertidumbre, porque las pruebas que da el dueño donde asegura que el barco se hundió, no tienen ninguna lógica.
Gotopo dijo que aunque ya han entregado todas las pruebas a la Fiscalía XXIII del estado Falcón, no tienen avances en la investigación. Al contrario, sienten que cada día el caso se olvida mientras sus padres de familia esperan que los rescaten.
“Ellos saben que nuestros familiares no tienen nada que ver en ese robo de mercancía, pero es una manera de presión para que el señor Carlos Estaba se ponga a derecho y pague la multimillonaria cantidad que se robó. El Ministerio Público de Falcón debe hacer la investigación y buscar a nuestros familiares”, dijo.
Las familias afirmaron que continuarán en las calles, no se detendrán hasta tener respuestas, ya que ellos mismos no pueden viajar al vecino país debido a que también pueden ser víctimas de la misma organización delictiva.