Estados Unidos y una cincuentena de países del llamado grupo de contacto de apoyo a Ucrania se mostraron este martes a favor de impulsar mayor producción de sus industrias de defensa a fin de mantener el apoyo a Ucrania para que se defienda de la invasión rusa y para garantizar su propia seguridad.
“Presionamos para galvanizar nuestras bases industriales” con el objetivo de “incrementar la fuerza de producción” a fin de defender a Ucrania, mientras “satisfacemos nuestras propias necesidades de seguridad”, indicó el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, en una rueda de prensa al término de la reunión que presidió del grupo.
Tanto la cita del grupo de contacto, como la de los ministros de Defensa de la OTAN que se inicia esta noche con una cena y continuará este jueves, tenían previsto abordar la cuestión de la reposición de existencias de armas y municiones que van agotando los países.
El secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, que participó también en la reunión del grupo, confió en que los aliados revisen las directrices para los inventarios y se comprometan más con la industria, a fin de “proporcionarle la demanda a largo plazo que necesita para invertir más en capacidad de producción”.
En concreto, confió en que la OTAN pueda servir de plataforma para organizar ese trabajo y ponga a disposición sus capacidades de planificación, estandarización o interoperabilidad.
Precisamente, la ministra de Defensa alemana, Christine Lambrecht, dijo a su llegada a la reunión que está en contacto con la industria de su país para tratar de acelerar la fabricación de armamento y en este sentido celebró que Berlín pudiera entregar hoy el primero de los cuatro sistemas de defensa antiaérea Iris-T a Kiev, en vez de en noviembre, como estaba previsto inicialmente.
“Son sistemas altamente complejos, altamente modernos y requieren cierto tiempo” para fabricarse, afirmó Lambrecht.
Austin destacó además de los esfuerzos de Alemania, los de países como Noruega o Dinamarca, que están trabajando juntos para acelerar la fabricación de “sistemas clave” y “revigorizar sus bases industriales”.
También reconoció que algunos países “no están en posición de ofrecer asistencia letal”, pero les urgió a proporcionar apoyo a través de suministros médicos o equipación para el invierno.
La ministra de Defensa canadiense, Anita Anad, anunció a su llegada una ayuda de 15 millones de dólares para comprar equipamiento para el frío al Ejército ucraniano y otra de otros 15 millones para adquirir cámaras para drones.
Otro punto que trataron los socios de Ucrania es cómo pueden “hacer aún más para entrenar a las fuerzas ucranianas, que están haciendo un uso tan impresionante de sus nuevas capacidades”, dijo sobre los avances que han logrado en el campo de batalla frente a los rusos con las armas que les han hecho llegar.
El jefe del Pentágono confió en “seguir suministrando a los defensores de Ucrania la capacidad que necesitarán en las difíciles semanas, meses y años venideros”.
El titular ucraniano de Defensa, Oleksii Reznikov, informó de primera mano a sus socios de las necesidades más acuciantes de su país, teniendo claro la OTAN que la máxima prioridad son los sistemas de defensa antiaérea.
Austin elogió que Alemania haya enviado este martes a Ucrania el primero de los cuatro sistemas Iris-T, mientras que los tres restantes llegarán en 2023.
Estados Unidos anunció hace dos semanas que enviará un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania, por valor de 1.100 millones de dólares, consistente en armas y equipamiento castrense que incluye 18 nuevos Sistemas de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS, en inglés), así como cientos de carros blindados, radares y baterías anti-dron.
Según explicó el jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., Mark Milley, en la misma rueda de prensa, los sistemas de defensa antimisiles que se entregarán a Ucrania no permitirán “controlar todo el espacio aéreo, sino que están diseñados para controlar objetivos prioritarios” de Kiev.
En concreto, los países del grupo de contacto están estudiando la posibilidad de suministrar a Ucrania sistemas de defensa antiaérea de corto y largo alance, con el objetivo de “reconstruir y mantener un sistema integrado de defensa aérea y antimisiles”, señaló Milley.
Fuentes aliadas destacaron que, en el ataque ruso con misiles contra diferentes ciudades ucranianas del lunes, más de la mitad fueron interceptados por las defensas ucranianas.
“Es una tasa de éxito muy buena, pero con más capacidades y más cobertura, habrían sido capaces de derribar aún más”, señalaron.
EFE