El devastador impacto del huracán Ian se sentirá durante semanas y meses, especialmente en el estado de Florida, donde se produjeron gran parte de los daños del ciclón. Economistas afirman que es probable que decenas de miles de personas soliciten el subsidio de desempleo tras el huracán, pero, si esos trabajadores –muchos de ellos en sectores de servicios poco remunerados como el turismo– no regresan, las economías locales de algunas zonas muy afectadas podrían tener dificultades para recuperarse.
Por CNN
Aunque todavía se están contabilizando los daños, las primeras estimaciones indican que Ian podría ser el huracán más costoso que haya tocado tierra en Florida. Según RMS, una empresa de modelización de catástrofes de Moody’s Analytics, el coste económico de la tormenta en cuanto a pérdidas aseguradas podría ser de entre US$ 53.000 millones y US$ 74.000 millones.
A corto plazo, es casi inevitable un repunte de las solicitudes de subsidio de desempleo, según economistas: “El huracán Harvey en Texas generó un aumento de unas 50.000 en agosto de 2017”, señaló Mike Englund, economista jefe de Action Economics.
“Ciertamente, va a haber algún desplazamiento a corto plazo… pero es difícil predecir exactamente cómo será en el contexto de Florida o en el sureste en general”, dijo Lynn Karoly, economista sénior de RAND Corporation.
La mayor amenaza es para el turismo. “Especialmente en las comunidades costeras, y dentro del turismo… la duración de estos efectos depende de la capacidad de reconstrucción del sector”, dijo Karoly.
Los trabajadores con bajos ingresos se enfrentan a una posible crisis de dinero en efectivo
Mientras que las grandes empresas pueden recurrir al menos a los seguros, al flujo de caja libre o a la emisión de deuda para reparar o sustituir los edificios y equipos dañados, es probable que los trabajadores tengan una escalada más pronunciada para recuperar la estabilidad financiera.
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