Israel anunció hoy su veto al acceso de ciudadanos árabe-israelíes al distrito de Yenín, en el norte de Cisjordania ocupada, mientras la tensión sigue alta en la zona y tras un ataque contra una base y control militar israelíes del área.
“Tras una evaluación de la situación de seguridad dirigida por el ministro de Defensa esta tarde, se decidió no permitir la entrada de árabes-israelíes al área de Yenín”, informó el COGAT, organismo militar israelí que gestiona asuntos civiles en los territorios palestinos ocupados.
El veto al paso de palestinos con ciudadanía israelí -alrededor del 20% de población total del Estado judío- se mantendrá “hasta nuevo aviso”, detalló el mismo organismo en un comunicado.
Muchos habitantes árabes del norte de Israel suelen ir a comprar o pasar el fin de semana en Yenín, donde los precios son más baratos.
Según alegó el COGAT, la decisión de no permitirles el acceso se tomó tras un ataque contra una base militar y el control israelí de Salem, en la misma zona.
Más allá de Yenín, la tensión también es alta en el área de Nablus, ciudad sujeta al cierre por fuerzas israelíes desde hace diez días, tras un ataque reivindicado por un recién creado grupo armado local que acabó con la vida de un soldado israelí la semana pasada.
El anuncio israelí de hoy se produce después de que la jornada transcurriera en Cisjordania con una huelga general convocada por las facciones palestinas por la muerte ayer de un palestino por disparos israelíes tras atacar a los guardias de seguridad del asentamiento judío de Ma’ale Adumim, en Jerusalén este ocupado.
Todo ello coincide también con un aumento de los actos violentos de colonos, que se han disparado en los últimos meses en Cisjordania, llegando a atacar no solo a palestinos o activistas israelíes, sino también a las propias tropas del Ejército de Israel, como ocurrió esta pasada madrugada en la localidad de Huwara.
Desde hace más de seis meses, tras varios ataques por parte de palestinos que se saldaron con la muerte de 18 personas, fuerzas israelíes hace incursiones casi cada día a Cisjordania que han elevado mucho la tensión en Yenín y el resto del área norte.
Las redadas, sumadas a otros de ataques palestinos frustrados, choques armados y otros incidentes, han dejado ya un saldo de 122 muertos palestinos en Cisjordania este 2022, el más sangriento desde 2015.
Del lado israelí, este año también se ha registrado el máximo de muertes desde 2015: 22 en total, de los cuales 15 eran civiles y siete eran miembros de las fuerzas de seguridad.
EFE