La estrella de “Thelma & Louise” apartada por Hollywood cuando cumplió 40, volvió al centro de la escena dos décadas más tarde con su recién publicada autobiografía, “Dying of Politeness”, en la cual relata todos los obstáculos que tuvo que superar para sobrevivir en la industria del cine
El nombre Geena Davis puede resultar desconocido para los que tienen menos de 40. Tiene mucho que ver con el vacío que Hollywood le hizo a esta talentosa actriz al cumplir cuatro décadas de vida. En “Dying in Politeness” (algo así como “Morir de buena educación”), el libro de memorias que acaba de publicar, la estrella de “Thelma & Louise” confiesa que fue Susan Sarandon la persona que la alejó de la corrección política.
Por Infobae
La actriz, que fue una de la más cotizadas en los 90, aparece en títulos como “Tootsie”, “The Fly”, “Beetlejuice”, “The Accidental Tourist,” “A League of Their Own” y “El largo beso del adiós”. Películas icónicas y premios que le dieron un status que muchos anhelan en la industria. Geena se caracterizó por tener papeles interesantes, interpretó a una estrella de béisbol en “A League Of Their Own”, donde compartió elenco con Madonna. Sin embargo, para cuando cumplió 40 los estudios ya no la llamaban para grandes proyectos. Ese retiro obligado la llevó a crear un instituto que muestra la discriminación contra las mujeres en la industria del entretenimiento y en los medios de comunicación. Su labor como activista para aumentar la presencia de personajes femeninos en el cine y la televisión le valió el reconocimiento de sus pares con su segundo Oscar en 2020 y un Emmy en 2022.
En su recién publicada autobiografía, la actriz revela que la supuesta falta de ortografía de su nombre, “Geena”, por parte de su madre, fue en realidad deliberada. “No quería que nadie pensara que se pronunciaba ‘gina’ de vagina”.
“Thelma y Louise”: dos mujeres y un final improvisado
Una aspirante a actriz llamada Callie Khouri fue la primera mujer de la historia de “Thelma & Louise”. Volviendo a casa de uno de los rodajes, tuvo una epifanía: “Dos mujeres envueltas en una espiral de crímenes, sin pretenderlo. Quería escribir algo que no se hubiera visto nunca en pantalla. Como aficionada al cine, estaba harta del rol pasivo de las mujeres. Nunca eran las que conducían la historia porque nunca conducían el coche”, contó a Time en 1991.
Khouri empezó a escribir su primera película, que ganó el Oscar al mejor guion original y un Globo de Oro. El director Ridley Scott fue quien adquirió los derechos de “Thelma & Louise” porque, según contó a Vanity Fair vio “inmediatamente lo que tenía de excepcional. Las mujeres en el cine suelen ser la chica de alguien, pero esta película era sobre ellas”
Las mejores actrices de Hollywood querían estar en la película. Scott obtuvo el sí de Jodie Foster y Michelle Pfeiffer pero luego abandonaron por los sucesivos retrasos en comenzar la filmación. Le siguieron Meryl Streep y Goldie Hawn, pero Streep quería un final optimista y Goldie no daba el perfil.
Era la ocasión que esperaba Geena Davis, reciente ganadora del Oscar por “Un tropiezo llamado amor”, drama de 1988 dirigido por Lawrence Kasdan. Quería ser Louise, pero accedió a ser Thelma, porque Scott ya tenía a Susan Sarandon como su Louise.
Durante 30 años, “Thelma & Louise”, con su innovadora trama feminista, ha dejado su huella en los espectadores desde su estreno en 1991. Formar parte de una de las películas más queridas de todos los tiempos, a Davis le dejó una gran lección sobre el empoderamiento.
Recuerda haber pasado uno o dos años presionando intensamente para tener la oportunidad de hacer una audición. Sabía que realmente quería uno de los personajes, y específicamente, el papel de Louise. Cuando finalmente tuvo la oportunidad de reunirse con Scott, Davis dijo que abrió su corazón sobre por qué tenía que ser Louise. Después de escuchar atentamente, le preguntó: “O sea, ¿tú no interpretarías a Thelma? “Y yo estaba como, ‘Oh, Dios mío. Acabo de disuadirme de esta película porque pedí el papel equivocado’”, recordó. “Y luego me inventé una mierda sobre por qué tenía que ser Thelma”.
Desde el momento en que conoció a Sarandon quedó claro para ella que estaba destinada a ser Louise. Su compañera de venturas en la película la marcó para siempre: “Susan es la persona que más impacto ha tenido en mi vida. Ver cómo esta mujer se movía por el mundo, cómo daba su opinión sin pedir permiso o disculparse, fue una gran lección”.
El año pasado para celebrar el aniversario 30 de la película, las actrices y su guionista se reunieron y desvelaron algunos de los secretos del rodaje, como la forma en que surgió la idea del salto al vacío. Un icónico final que no estuvo planeado y que regaló uno de los besos del cine más famosos. Una imagen inolvidable para aquellos que vieron el filme.
Después de una larga persecución, Thelma y Louise se niegan a entregarse a la policía. Así que se miran, aceleran y se lanzan al vacío del Gran Cañón del Colorado, subidas a un Ford Thunderbird descapotable. Pero antes de marcar su destino, Louise le da un beso a Thelma.
Sarandon contó que su beso de despedida a Davis no era en realidad parte del guion y fue una improvisación fruto de la intuición. “En ese momento sentí que cada una terminaba las frases de la otra y que se amaban (…) Hicimos el final de la película en una sola toma”, recordó. “Le dije a Ridley que la agarraría y la besaría, y él dijo, ‘Está bien’”.
Khour ni dudó en el final inesperado de estas dos mujeres. Lo más difícil, no obstante, fue lograr llevarlo a la realidad. Por suerte, tuvo de su lado al director: ”Estoy muy agradecida con Ridley por mantenerlo así, porque sé que había personas nerviosas por ese final”.
En tanto, Davis reflexionó sobre lo importancia de la película para el público femenino. “La reacción de las mujeres fue muy fuerte. Me hizo darme cuenta de las pocas oportunidades que tenemos para que las mujeres salgan de una película sintiéndose empoderadas”.
La noche de sexo con un tal Brad Pitt
La película también fue muy importante para uno de los galanes eternos de Hollywood: lanzó al estrellato a Brad Pitt, a quien le bastaron unos minutos en sus vaqueros (y algunos segundos sin ellos) para convertirse en una de las figuras más importantes de Hollywood.
En declaraciones a la prensa, el ganador de Oscar reveló cómo fue que obtuvo el papel de J.D. en “Thelma y Louise”, la película que le dio la chance de convertirse en estrella. Según él, la suerte estuvo de su lado, porque cree que no había una buena razón para que lo contrataran: “No tenía nada que mostrarles de mi trabajo, a excepción de mis trabajos como extra, y apostaron por mí. Para ser sincero, creo que estaban desesperados”.
Según relató Davis a Vanity Fair, fue ella la que pidió a Scott que lo eligiera, tras tartamudear ante su presencia en el casting. Pitt aplicó todo su encanto sureño para enamorar no solo a Davis, sino también a Scott, hasta el punto de provocar la reacción de la actriz. “Se puso a pulverizar agua Evian en el estómago de Brad durante los planos en el que se le ven los abdominales ¡Tuve que recordarle que yo también salía en la escena!”.
Su personaje es el pícaro J.D., un atractivo joven al que Thelma y Louise recogen haciendo auto-stop mientras están huyendo de la ley. En su travesía se detienen a dormir en un motel. Louise les sugiere a Thelma y J.D. que compartan habitación. En la intimidad de la noche él le confiesa a Thelma que en realidad es un ladrón de poca monta. Ella, fascinada, le pide que escenifique como ejecuta esos atracos. J.D, sin camisa, en vaqueros y con un sombrero de cowboy hace una dramatización con el secador de ella, que usa como si fuese un revolver.
La periodista especializada Becky Aikman cuenta en su libro de 2017, “Off the Cliff: Cómo Thelma y Louise condujo a Hollywood al precipicio”, que la reacción de un alto ejecutivo de la industria cuando leyó el guion fue: “No lo entiendo. Son dos zorras en un coche”.
La película, señaló Aikman, introduce por primera vez el punto de vista radicalmente femenino y el objeto hipersexualizado es el cuerpo de Pitt, de ese entonces de 28 años. Hasta Scott se implicó activamente en exponer la belleza del actor. Para que sus pectorales pareciesen más brillantes y sudorosos durante esa escena se ocupó personalmente de mojarlo con agua. En el montaje original la escena llegaba a durar quince minutos.
Según Aikman al casting para este papel acudieron estrellas como Mark Ruffalo, Dermot Mulroney, Dylan McDermott o Robert Downey Jr. Incluso George Clooney, que después ha bromeado frecuentemente sobre el asunto, acudió a la audición. Sin embargo, el candidato favorito de Scott era William Baldwin, quien tres semanas antes de que empezase a rodar la película rechazó el rol por otro trabajo. Entonces llamaron a Pitt.
Ridley y el director de casting querían que ella leyera con los cuatro candidatos en sus audiciones. “Uno a uno entraron en la sala donde esperábamos Ridley, el director de casting, Louis DiGiaimo y yo. Leí con los tres primeros, y todos ellos eran talentosos, lindos y perfectos para el papel. Habría sido feliz con cualquiera de ellos. Finalmente, entró Brad. Desde el momento en que lo vi, supe que había algo muy especial en él”, detalló la actriz.
Al terminar la audición, Pitt dejó la sala. Ridley y Louis se reúnen para hablar sobre los candidatos. Ella no pudo resistirse a entrometerse con la elección: “Me pareció tan obvio que no pude evitar sentirme incrédula por tener que decirlo en voz alta. El rubio’”.
Ni a Davies ni a Sarandon se les escapa que la película que protagonizaron juntas también presentó al público al hombre que después se convertiría en el galán más deseado del cine contemporáneo. En una entrevista reciente, Sarandon confesó que la actuación de Pitt la sorprendió. “Es más que una cara bonita. Cuando vi la película, la parte que realmente me impresionó, además de su gran cuerpo, fue su sentido del humor porque realmente desarrolló esa parte en una forma en que no estaba en el guion”, dijo. ”Y siguió empujando los límites de una manera en que realmente no tenía que hacerlo cuando te ves así”.
Davis también se refirió al trabajo de Pitt en la película. “Cuando estaba haciendo la audición, me di cuenta de que él era súper talentoso”, dijo a People luego de que Pitt obtuviera su primer Oscar por “Once Upon a Time in Hollywood”. “Hizo cosas increíbles a lo largo de los años. No creo que sea inusual para él ser honesto con su profesión”, afirmó.
Es en honor a Pitt que Davis llama “The Blond One” a un capítulo de su libro. En él, describe cómo Pitt entra en la sala de audiciones, uno de los cuatro actores que intentan interpretar el papel de J.D, y cautiva instantáneamente a todos los que están allí, incluida Davis “Él es tan extraordinario. My modesto, dulce, amable… Nunca pensé que él fuera todo eso”.
Cómo rechazó a Jack Nicholson y un divertido vuelo con George Clooney
La actriz admitió que no habría escrito sus nuevas memorias “Dying of Politeness” si sus padres todavía estuvieran vivos ya que en su familia era normal ocultarse las cosas. “Mis padres nunca supieron que no me recibí de la Universidad de Boston y, de hecho, dice eso Wikipedia, porque no podía hacer entrevistas y admitir que eso fue así porque entonces mis padres se enterarían”. Pero ahora, a sus 66 años, lo revela todo, desde las insinuaciones sexuales de Jack Nicholson hasta el acoso que sufrió de Bill Murray.
En su biografía repasa toda su carrera a lo largo de cuatro décadas, y explica cómo sufrió acoso por parte de Murray en 1990, cuando ambos estaban filmando “Quick Change” de 1990. En una entrevista a The Times, la actriz relata que la presentaron al actor en un hotel y él la recibió con un dispositivo de masaje que él insistió en utilizar con ella a pesar de que se negó enfáticamente. “Eso estuvo mal. La forma en la que se comportó en el primer encuentro. Tendría que haberme largado o defenderme, en cuyo caso no habría obtenido el papel. Podría haber evitado ese trato si hubiese sabido cómo reaccionar”. Durante el rodaje, el actor la maltrató enfrente de todo el equipo por llegar tarde al set.
Davis también revela los esfuerzos de Jack Nicholson por llevarla a la cama.
Cuando debutó en el cine fue junto a Dustin Hoffman en “Tootsie” todavía era una joven inexperta que no conocía los entresijos de la industria. Davis le pidió un consejo Hoffman, que le recomendó que nunca se acueste con un compañero de elenco, y le dice que rechace cualquier propuesta sin herir el ego de su colega. Incluso le dijo la frase que tenía que decir. En una entrevista para The New Yorker, Davis contó que cuando Nicholson le propuso tener algo, ella usó las líneas de Hoffman para rechazarlo: “Me encantaría Jack. Eres muy atractivo, pero no quiero arruinar la tensión sexual entre nosotros”.
Nicholson se quedó callado, no reaccionó, algo completamente inédito en él. No fue el caso de George Clooney con quien la actriz se encontró de casualidad en un aeropuerto.
Años más tarde de elegir a Pitt para “Thelma & Louise”, Davis estaba abordando un vuelo a Los Ángeles cuando sucedió algo bastante incómodo. En una de las anécdotas más alegres del libro, Davis recordó estar sentado junto a Clooney en un vuelo y detalló su conversación. “Charlamos un rato hasta que de repente dijo: ‘Sabes qué, odio a ese Brad Pitt’. Me reí y dije ‘¿no es tu mejor amigo?’”. Segundos más tarde, entendió todo. “No, no, lo odio. Consiguió el papel en ‘Thelma & Louise’”, dijo Clooney. “Ah, claro. ¿Querías esa parte?”, le dijo ella, que no recordaba que había audicionado con él. No obstante, Davis eligió no decirle nada y fue bondadosa con su colega. “Podría haberme reído y dicho no te recuerdo en absoluto. Pero no lo hice, aunque estoy segura de que se habría reído. En cambio, le dije: “Estuviste genial”.
Si Hoffman quiso protegerla de los buitres de Hollywood fue por la combinación de belleza despampanante y tremenda ingenuidad en los rodajes de una actriz que había sido criada para no molestar por unos padres militantes de la corrección y los buenos modales.
No obstante, no siguió el consejo de Hoffman cuando en 1986 filmó “La mosca” y se casó con el protagonista, Jeff Goldblum. Y tampoco le hizo caso a su compañero de profesión cuando en 1995 decidió convertirse en heroína de acción en la película “La isla de las cabezas cortadas”, dirigida por el segundo de sus cuatro maridos, Renny Harlin.
“El teléfono dejó de sonar”
Virginia Elizabeth Davis pasó su infancia en Massachusetts, sin conexión con nadie de la industria del entretenimiento. Sin embargo, a la edad de tres años se convenció de que sería una estrella de cine. “Supuse que tendría mucho éxito”, dijo a The Times. A los 23 años, en 1979, fue a la Universidad de Boston para estudiar teatro y luego a Nueva York. Su carrera la comenzó como modelo, incluso fue contratada por Victoria Secret’s y ese catálogo llegó a las manos de Sydney Pollack, que la eligió para “Tootsie” en 1982. Las buenas críticas la llevaron a Los Ángeles, donde su vida tomaría un rumbo directo al éxito. Pero los años pasaron y la industria fue muy ingrata con la actriz que tuvo todo entre los años 80 y 90.
Davis ha hablado honestamente sobre lo duro que se paga envejecer en Hollywood. En su entrevista con The Times antes del lanzamiento “Dying of Politeness”, la actriz admitió que dejó de recibir ofertas de trabajo después de los 40: “Fue como si me hubiera tirado por un precipicio. Escuché sobre esto desde el principio, este concepto de que después de los 40 los roles se agotan. No me preocupó en absoluto porque pensé que no me sucedería a mí”.
Y explicó que creía que su carrera no se vería afectada por su edad ya que había visto a actrices mayores recibiendo grandes papeles. “Todos los años en los Oscar, Glenn Close, Jessica Lange y Sally Field recibían todos estos premios”, explicó. Pero a ella no le sucedió y las propuestas laborales comenzaron a disminuir, llevándola a una “jubilación forzosa”.
Davis se convirtió en madre primeriza a los 46. Ella y su ex esposo Reza Jarrahy dieron la bienvenida a su hija Alizeh en 2002. En 2004, tuvieron a los gemelos, Kaiis y Kian. “Después de que tuve hijos, dijeron: ‘Se tomó un tiempo libre para estar con sus hijos’. Pero no lo hice”.
Nunca dejó las cosas claras porque no quería reconocer públicamente que simplemente no le estaban ofreciendo trabajo. “Así que escrupulosamente nunca me quejé. Y me he apegado a eso desde entonces, que me tomé un tiempo libre para tener hijos”.
“Los papeles cinematográficos realmente comenzaron a agotarse cuando llegué a los 40?, dijo Davis a Vulture en una entrevista de 2016. “Si miras IMDb, hasta esa edad, hacía aproximadamente una película al año. En mis 40 años, hice una película, ‘Stuart Little’. Recibía ofertas, pero nada interesantes como cuando tenía 30 años”. agregó.
Aunque su carrera cinematográfica decayó con los años, Davis ha aparecido como invitada en programas como “Will & Grace”, “Grey’s Anatomy” y “Glow”. En 2005, encabezó “Commander In Chief”. Aunque el show fue cancelado después de su primera temporada, Davis ganó un Globo de Oro por su papel como la primera mujer presidenta de los EEUU.
Este año regresa con la serie de terror de Netflix “El gabinete de curiosidades” de Guillermo del Toro y en el debut como directora de Zoë Kravits, “Pussy Island”.