El acusado como presunto autor de la muerte de otro varón en la ciudad de Huelva, España, al que supuestamente decapitó y cuya cabeza paseó por la calle el 31 de octubre de 2020, tras lo que la depositó en un contenedor de basura de la avenida Pío XII, en la barriada de Huerta Mena, ha aseverado que la muerte de C.R.M. fue “accidental” y que se produjo durante el transcurso de una trifulca en el domicilio del fallecido y que “se arrepiente” de lo ocurrido, ya que eran amigos desde pequeños y lo consideraba “su hermano”.
Por: 20 Minutos
Así lo ha manifestado durante su declaración en el juicio que ha comenzado este lunes en la Audiencia Provincial de Huelva en la que su abogado ha defendido que se trata de un homicidio y no de un asesinato, ya que la muerte de esta persona “no fue premeditada” y que “nunca fue a su domicilio con la intención de matarlo”, sino que se produjo en el marco de un “forcejeo” por la “provocación” del fallecido al acusado, M.J.N.B., apodado ‘el mexicano’, al tiempo que ha aseverado que la vivienda de la víctima era “un fumadero”.
Todo comenzó con una pelea
En este contexto, tanto el abogado como el acusado han sostenido que C.R.M. fue a buscar al encausado a su casa el 30 de octubre de 2020 para que le ayudara a arreglar una bicicleta, toda vez que M.J.N.B ha aseverado que acudió a su casa, en la que “había tres personas más” y que el fallecido lo que quería es que le diera droga, ya que llevaban “tres días drogándose” y él tenía “cocaína”.
Así las cosas, ha indicado que se negó a dársela, por lo que, según su relato, el fallecido le enseñó vídeos en los que “aparecía” una hermana del acusado, “con problemas psiquiátricos”, y en los que se la observaba “manteniendo relaciones sexuales con C.R.M.”, así como también “enseñó una foto de una sobrina” y “comenzó a masturbarse”.
Este fue, según su versión, el detonante para una pelea en la que, durante un forcejeo, el fallecido “cayó hacia atrás golpeándose en la cabeza” con el objeto que recogen las pruebas como el arma usada para causar la muerte de esta persona y que “se encontraba en la encimera de la cocina”, toda vez que se ha reafirmado en que “nunca” se situó detrás de él para golpearlo y que tras su muerte quiso “cortarse la venas” al ser consciente de lo que había hecho.
La decapitación, ritual en algunas cárceles de México
Con respecto a la decapitación, según ha contado el acusado a preguntas de la Fiscalía, era un “ritual” que aprendió en las cárceles de México. Por ello, ha explicado que tras morir C.R.M “perdió la percepción del espacio y el tiempo” debido “a las drogas” y se sintió de nuevo como si estuviera en la cárcel de México, por lo que, tras arrastrar el cuerpo a otra estancia de la casa, “le cortó la cabeza” aunque no recuerda “cómo” ya que “no era consciente” de lo que hacía.
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