Una de las mayores protestas en contra del gobierno tuvo lugar el miércoles en Irán desde que comenzaran las manifestaciones hace seis semanas.
Por BBC Mundo
Miles de personas tomaron las calles en las principales ciudades y otros puntos del país para marcar los 40 días de la muerte de Mahsa Amini, una joven kurda iraní de 22 años que falleció mientras se encontraba bajo custodia policial.
Amini había sido detenida por llevar supuestamente el velo de forma “inadecuada”.
Su muerte, ocurrida el 16 de septiembre, generó una ola de protestas consideradas como el mayor desafío a la república islámica desde que se instauró en Irán en 1979.
Los líderes de Irán han presentado los disturbios como fomentados por extranjeros.
Several young Iranian women take off their hijabs, stand on top of wheelie bins and chant "death to Khamenei" and "woman, life, freedom" in Kermanshah, before a middle-aged woman with her hijab on joins them to loud cheers from protesters. #????_?????pic.twitter.com/Y9urP1UVHT
— Shayan Sardarizadeh (@Shayan86) October 27, 2022
En la capital, Teherán, se encendieron hogueras en las calles, mientras cientos marchaban por una calle principal coreando consignas como “Muerte al dictador”, una referencia al líder supremo de Irán, y que se ha convertido en un estribillo que se repite en las marchas.
En respuesta a las protestas, la República Islámica ha respondido con violencia.
Según la organización de derechos humanos Iran Human Rights, basada en Oslo, al menos 234 manifestantes, incluidos 29 niños, han sido asesinados por las fuerzas de seguridad durante la represión en las protestas.
Además, el Estado ha amenazado a los manifestantes con la pena de muerte, en un intento por poner fin a las marchas.
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