Cuando Yolanda ve que el cielo se nubla y escucha truenos, sus nervios aumentan. Sabe que viene la lluvia y una quebrada que está en el patio de su casa probablemente subirá de nivel.
Corresponsalía lapatilla.com
Yolanda Guzmán es una ama de casa de 67 años. Vive en el sector La Salvación de Upata, municipio Piar, una de las zonas afectadas por la crecida del río Yocoima y la quebrada El Caballo en el estado Bolívar.
Ella forma parte de las 20 familias damnificadas en esa comunidad. Otros siete sectores resultaron anegados; en total suman más de 100 familias afectadas. “Cuando se inundó la casa, yo estaba dormida. Cuando me levanto y veo el agua, entré en crisis de nervios. Ahora empiezo a llorar cuando regresa la lluvia y saco a mis nietos de la casa, porque me da mucho miedo. Eso es una zozobra”, dice Yolanda.
Ya no tiene el agua dentro de su casa. Solo queda la estela de barro. “No hemos recibido ninguna ayuda, incluso cuando todavía tenía agua adentro, yo no podía cocinar porque nada más tengo cocina eléctrica. A la quebrada no le hacen mantenimiento desde hace como tres años”, relata.
En el barrio Alaska, otra de las zonas afectadas, vive Freddy Fernández, quien teme que un paredón de su casa se derrumbe como consecuencia de las lluvias y el desborde del río Yocoima.
“Cuando ocurrió la inundación, comenzamos a sacar nuestras pertenencias. Nosotros vivimos todos los años esta mala experiencia y le hemos hecho llamados al gobierno, pero no nos prestan atención. Lo que debería hacer la alcaldía es limpiar el cauce del río para que las aguas puedan correr libremente. Nada más vienen cuando se presenta la inundación. Después se olvidan de nosotros” reclama el hombre.
Entretanto, la alcaldesa de Piar, Yulisbeth García, colgó unos videos en sus redes sociales, en los que aparece recorriendo las zonas afectadas, con el agua a la cintura. Los damnificados dijeron que la funcionaria solo repartió unos colchones, algunas bolsas de comida, se tomó varias fotos y se fue.
“Desde esa vez no la hemos visto más. Nosotros no necesitamos un colchón. Lo que queremos es que limpie el río, los drenajes y las quebradas, porque en la próxima lluvia nos vamos a volver a inundar” resalta Freddy Fernández.