A nivel mundial, la cantidad de personas que presenta algún tipo de alergia alcanza el 30%. Al mismo tiempo, cerca del 96% de la población tiene un celular. La pregunta lógica es ¿hay alguna relación entre las alergias y los smartphones? Parece que sí.
Por lapatilla.com / Con información de La Razón
Al menos esa es la conclusión a la que llegó la estudiante Hana Ruran con un proyecto de ciencias que se presentó en la Reunión Científica Anual del Colegio Estadounidense de Alergias, Asma e Inmunología. La conclusión fue que los móviles a menudo están cargados de alérgenos, bacterias y hongos de perros y gatos.
«Siempre tengo mi teléfono conmigo –explica Ruran–. Lo uso constantemente. Al mismo tiempo tengo muchas alergias y quería saber si había alguna relación»
Para evaluar esto, la investigadora creó modelos de teléfonos que tenían un tamaño y una superficie similares a los de uno real y se recolectaron muestras de 15 voluntarios para medir los niveles de alérgenos, endotoxinas y betaglucanos o BDGs. Los beta-glucanos son moléculas que se presentan como celulosa en las plantas, el salvado de los granos de cereales como la cebada y avena, algunos hongos, setas y bacterias, y que se caracterizan por su capacidad para modular el sistema inmunitario. De ahí la relación con las alergias o el asma.
Los teléfonos mostraron niveles elevados y variables de BDGs y endotoxinas, y se encontraron alérgenos provenientes de gatos y perros en aquellos que tenían mascotas en el hogar.
«Los BDGs se encuentran en las paredes de las células fúngicas y se han encontrado en muchos entornos y superficies que causan síntomas irritantes y crónicos en las vías respiratorias –añade Ruran–, lo que les convierte en un marcador constante para estudiar el moho problemático. Las endotoxinas, por su parte, son un potente agente inflamatorio y un marcador de exposición a bacterias gramnegativas, que son aquellas que pueden causar infecciones graves, como neumonía, peritonitis, infecciones de las vías urinarias, del torrente sanguíneo, infecciones en la herida o el sitio quirúrgico y meningitis.
Cómo eliminarlos
El segundo paso fue evaluar productos para eliminar los alérgenos, las bacterias y los hongos del teléfono. Ruran descubrió que ciertas sustancias químicas funcionaban mejor, dependiendo de si la persona estaba limpiando su teléfono en busca de un alérgeno, un hongo o una bacteria.
Por ejemplo, para reducir los alérgenos de perros y gatos, la combinación de benzoato de bencilo/ácido tánico funcionó mejor. Las toallitas con alcohol isopropílico funcionaron, pero no tan bien. Lo que no daba resultados era limpiar con un paño seco. «La combinación de clorhexidina y cetilpiridinio fue la más efectiva para reducir la presencia de BDGs y las endotoxinas –señala Peter Thorne, profesor del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Iowa y coautor del estudio–.
«Nuestros resultados demuestran la exposición a alérgenos inhalantes y moléculas que desencadenan reacciones inmunitarias innatas de una fuente que la mayoría de la gente no ha considerado. Si tiene alergias o asma, es posible que desee pensar en limpiar su teléfono inteligente con más frecuencia para minimizar la exposición a estos».
Pero no solo se trata de limpiar el teléfono. La funda también actúa como reservorio de estas sustancias y, debido a los materiales utilizados, es más fácil que moléculas que causan alergias se acumulen en ella.
«Lo importante es recordar que los alérgenos pueden adherirse a nuestro cabello, a nuestra ropa, etc., por lo que tiene sentido que puedan hacerlo también a nuestro teléfono o a la funda que usamos para protegerlo”, concluye Ruran.
En estos casos, las recomendaciones no solo tienen que ver con una limpieza frecuente de ambos. También con llevar a cabo ciertas prácticas habituales en personas que sufren de alergias. Muchas se quitan la ropa al llegar a casa y se duchan. Lo mismo con el móvil, que usamos permanentemente. Limpiarlo bien –por la mañana y por la noche– o no frotarse los ojos o la nariz inmediatamente después de usarlo son algunas recomendaciones clave.
Pese a estas advertencias, tanto Ruran como Thorne, destacan que no es algo de lo que debamos preocuparnos. Los móviles pueden incrementar ciertas alergias, pero no son las que las provocan. Estas medidas simplemente pueden mejorar los síntomas típicos, y aliviarnos. También hay que tener en cuenta que el estudio se presentó en un congreso médico, pero aún no ha sido revisado por pares en una publicación científica, por lo que estas conclusiones se consideran preliminares.