Doña Letizia (de España) tiene el poder de brillar tanto que ensombrece a todo aquel que se pone a su lado. Es algo que la Familia Real lleva comprobando desde que llegó a la casa en 2003. Da igual que Doña Sofía apareciera en el Salón del Trono luciendo un diseño de Valentino alta costura: los flashes se los llevaba siempre ella, que lucía un modesto Felipe Varela. Y lo mismo le pasa a Felipe VI. El también monarca suele quedar en un segundo plano cuando ambos comparten alfombra roja.
Por La Razón
Es cierto que Doña Letizia atesora uno de los joyeros más impresionantes de Europa, con una colección muy importante de tiaras, entre las que destacan firmas como Cartier, Mellerio o Ansorena, pero esto no puede hacer que dejemos de prestar atención a Felipe VI, un hombre que siempre ha destacado por su elegancia y que, si nos fijamos en los pequeños detalles, encontraremos verdaderas maravillas de joyería masculina.
La semana pasada, los Reyes visitaban Barcelona con motivo de la celebración del 175 aniversario de la Fundación del Círculo del Liceo de la Ciudad Condal. En una gala de esmoquin y vestido largo, Sus Majestades decidieron dar una lección de estilo. Doña Letizia recuperó el famoso diseño de escote asimétrico de Carolina Herrera con el que epató a Londres, y Don Felipe consiguió ser noticia por las joyas que lució, algo extraordinario para un hombre.
Como bien destacaba el experto portugués David Rato, autor del perfil de Instagram SpanishRoyalJewels, el rey español lucía una espectacular botonadura en oro y piedras preciosas. Se trata de un diseño de un primo lejano suyo, el Príncipe Dimitri de Yugoslavia, quien se lo regaló con motivo de su boda, en 2004. El juego en cuestión se compone de dos gemelos y cuatro botones de camisa. La particularidad de este diseño es el colorido de sus piedras preciosas. Cuenta con ocho gemas de gran tamaño: dos amatistas, dos topacios, dos peridotos y dos citrinos, en cuyo centro encontramos dos zafiros, dos esmeraldas, dos rubíes y dos diamantes de menor tamaño. En total, 16 piedras preciosas unidas por un nudo en oro. El valor de este conjunto, que es quizás lo que más llame la atención, según podemos encontrar en la web del Príncipe Dimitri, es de 10.945 dólares, unos 10.910 euros.
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