Wallace Lee creyó que se estaba quedando sordo como consecuencia de haber dedicado su vida a la ruidosa industria de la aviación o a viejas lesiones de su pasado rugbier.
Por: TN
Pero tras visitar al médico, consiguió el alivio instantáneo: se trataba de un pequeño objeto blanco atorado en su oído desde hacía mucho tiempo.
El hombre de Weymouth, Dorset, declaró a los medios que hace cinco años, cuando visitaba a su familia en Australia, compró pequeños tapones para los oídos. En ellos “puedes poner diferentes accesorios, dependiendo del ruido que quieras eliminar en un avión”, dijo a la BBC.
Seguramente, uno de esos pequeños objetos se quedó alojado allí desde entonces, pero nunca lo atribuyó al deterioro de su audición.
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