A lo largo de su vida, Owen Wilson se rompió la nariz dos veces. La primera fue jugando al fútbol americano en el colegio y la segunda en una pelea. Por eso tiene esas peculiares facciones que tanto lo caracterizan, las mismas que lo llevaron a ser el reconocido actor que es en la actualidad.
Por infobae.com
La actuación no siempre le llamó la atención, de hecho, durante su juventud trabajó como camarero y periodista, y su verdadera pasión era la escritura. Aún así, las vueltas de la vida lo llevaron a ocupar un lugar trascendental en la pantalla grande. Su carrera parecía imparable, sin embargo su vida personal estaba muy lejos de sus éxitos laborales.
Actor por accidente
Nacido en Dallas, Texas, el 18 de noviembre de 1968, Owen Cunningham Wilson tiene más de tres décadas de carrera en Hollywood. Es el del medio de tres hermanos, también actores: Andrew, el mayor, y Luke, el menor. A sus 14 años, Owen fue expulsado del colegio por robar las respuestas de un examen de geometría, y cuando lo descubrieron se le cayó el pelo literalmente porque, además de echarlo de la escuela, lo internaron en una academia militar, donde le raparon su rubia melena. Ahí, develó que tenía aptitudes para escribir: fue redactor de la revista de la academia y al salir empezó a estudiar escritura teatral en la Universidad de Texas, en donde tuvo como compañero de clase a un extravagante joven que acabaría siendo un cineasta de culto: Wes Anderson.
Wilson y su compañero Anderson empezaron a escribir guiones juntos. Así, años más tarde, crearon el guión de “Los excéntricos Tenenbaums” (2001), una película que Anderson dirigió y Wilson protagonizó, por la que ambos fueron nominados al Óscar.
El joven Owen nunca puso el ojo en la interpretación; sólo quería ser guionista pero tuvo que actuar en las películas que realizaba con su amigo Wes Anderson para poder ahorrarse el salario de un actor profesional. Sin embargo, en Hollywood se fijaron en el desparpajo de Wilson y empezaron a ofrecerle toda clase de papeles, a pesar de que él siempre ha confesado “soy muy mal actor”. Quizá por eso en sus primeras películas siempre mataban a su personaje al inicio del film, como en “Dr. Cable” (1996), “Anaconda” (1997), “Armageddon” (1998) y “La maldición” (1999).
Con un perfil muy bajo, la estrella que hoy cumple 54 años lleva una vida solitaria lejos de las alfombras rojas y sólo concede entrevistas para promocionar sus estrenos ya que no le gustan las ruedas de prensa por miedo a decir algo que pueda avergonzar a sus padres.
La estrella de “Los rompebodas” (2005), “Zoolander” (2001) y muchas otras comedias ha tenido una vida personal muy compleja, luchó contra las adicciones y la presión de la prensa. “El humor es una forma de sobrellevar la vida, te permite resistir”, dijo más de una vez el actor. Sin dudas, esa habilidad para hacer reír es lo que lo llevó a la cima del éxito y, en lo personal, lo que le permitió superar los momentos más oscuros de su vida.
Drogas, desamor y depresión
Wilson nunca se casó pero siempre ha tenido muchas relaciones serias a lo largo de los años. El actor comenzó a salir con la cantante Sheryl Crow en 1999, después de conocerla en un set de filmación; el romance duró dos años. Luego tuvo romances con Gina Gershon, Demi Moore y Jessica Simpson. Pero fue la actriz Kate Hudson la que derritió su cerebro, y rompió su corazón.
Owen y Kate fueron novios en dos etapas: entre agosto de 2006 y mayo de 2007; y entre marzo y mayo de 2008. La adicción del actor a la cocaína y heroína comenzó a desestabilizar a la pareja. Tras tres años de idas y vueltas, Hudson se fue de su vida para siempre.
En mayo de 2007, Hudson lo dejó por primera vez y la revista People anunció la ruptura. La separación afectó al actor quien cayó en largas noches de drogas para sobrellevar el mal momento, y ese consumo descontrolado como su noviazgo, no terminaría bien. Las noticias sobre el nuevo romance de Kate Hudson con el actor Dax Shepard no ayudaron, y unos meses después, Wilson intentó quitarse la vida.
La mañana del 26 de agosto de 2007, su hermano Luke lo encontró en el baño principal de su casa desvanecido y cubierto de sangre. El corte en las muñecas y los frascos de somníferos eran los mudos testigos de su decisión. Tras un llamado al 911, los paramédicos lograron reanimarlo y lo trasladaron a un Hospital St. John en Santa Mónica, California. Luego, el hecho fue confirmado por un miembro del Departamento de Policía de Santa Mónica, quien informó que Owen Wilson habría intentado suicidarse en su casa de dicha ciudad, cortándose las venas. Tras ser estabilizado en St. John, el actor fue trasladado al Centro Médico Cedars-Sinai en Los Ángeles, donde se declaró que el actor sufría un episodio severo de depresión.
Días más tarde Wilson se fue de alta a su casa. Las personas más cercanas del actor lo controlaban las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Ni él ni su familia quisieron hablar públicamente del episodio. “Con todo respeto les pido a los medios que me permitan recibir atención médica y curarme en privado durante este difícil momento”, rogó en un comunicado la estrella, sin dar demasiados detalles de lo ocurrido. Dos días más tarde, Owen abandonó el rodaje de “Tropic Thunder”, en el que trabajaba como actor y productor junto a su amigo y frecuente colaborador, Ben Stiller.
En tanto, Hudson le ofreció todo su amor y apoyo a su ex después de lo ocurrido. Le dio una segunda oportunidad pero enseguida volvieron a romper. “Owen es una persona encantadora y lo amo mucho”, dijo en una entrevista, “y le deseo cosas hermosas: salud y todo lo que desea en la vida”.
Un padre ejemplar en el cine pero no en la vida real
Poco a poco el actor retomó su vida y su carrera. Volvió a participar en proyectos interesantes, y a encontrarle la vuelta a los beneficios de la fama. También fue papá de tres hijos con tres mujeres distintas: Robert (10), Finn (7) y Lyla (3), una niña que se negó a reconocer.
En 2010 Wilson se enamoró de Jade Duell, una azafata a la que conoció en pleno vuelo de Los Ángeles a Washington. Salieron durante un año antes de dar la bienvenida al mundo a su primer hijo, Robert Ford Wilson, en enero de 2011. “Es una experiencia hermosa y sorprendente. Todos repiten que me va a cambiar la vida y empiezo a ver por qué”, contó el actor sobre su nueva vida familiar. Sin embargo, la pareja se separó apenas cinco meses después del nacimiento del niño. Pero Wilson descubrió que le encantaba ser padre, “Los bebés son tan frágiles, pero cuando es tuyo de repente te sientes mucho más seguro”, le dijo a la revista Cosmopolitan en 2011. “Realmente tienes este vínculo, esta conexión real con esta ‘cosa’ que hace un mes ni siquiera estaba aquí. Es extraño, sus gritos son como una hermosa música”.
En 2014 la instructora de fitness Caroline Lindqvist dió a luz al segundo hijo de Wilson, un niño llamado Finn. El embarazo causó revuelo ya que Lindqvist estaba casada en ese momento con otro hombre. El anuncio también llamó la atención porque Wilson y la entrenadora, que habían sido amigos durante más de una década, no estaban saliendo oficialmente. Fue la misma Lindqvist la que se encargó de remarcar que no eran novios con el actor sino que simplemente ambos querían tener un hijo y decidieron hacerlo juntos. “Owen y yo somos muy buenos amigos y vamos a tener un bebé juntos”, explicó ella al Daily Mail embarazada de seis meses.
La relación de Wilson con su siguiente novia Varunie Vongsvirates no terminó bien. La pareja salió durante cinco años y en 2018 Vongsvirates dió a luz a una niña llamada Lyla, pero Owen no estuvo a su lado. Vongsvirates afirmó que el actor no está en contacto con su hija, que nunca la conoció ni se involucró con Lyla desde su nacimiento; pero agregó que Wilson la reconoce económicamente.
A pesar del tiempo que pasaron juntos, Wilson exigió una prueba de paternidad y después de que se confirmó el ADN, siguió evitando a su hija. Según documentos judiciales, el actor no quiere la custodia de Lyla, quien es su viva imagen. Ni el test de paternidad, las similitudes con su hija, ni las declaraciones de su ex han sido suficientes para obtener una declaración del actor. En la actualidad, a Wilson se lo puede ver compartiendo tiempo con sus hijos mayores pero nunca fue visto con Lyla desde que nació.