Nada que decir de lo que ocurra en Venezuela con el manoseado dialogo, que ha salido del foco de los medios y ya no genera noticias de primera plana, tampoco el interés y la expectativa que hasta hace poco mantuvo en las cancillerías de muchos países, que se involucraron para encontrar una salida democrática y pacifica a la ya larga crisis venezolana.
Con el asesoramiento de expertos en comunicación política extranjeros y el agotamiento y dispersión de la oposición, la “normalización” es una palabra que está imponiéndose en el relato oficial del gobierno y sus voceros, en sus aliados y hasta en artistas y youtuber que nos visitan para promocionar la “normalización” del país.
Lamentablemente nada está normal en Venezuela, la crisis es monumental y se agrava cada día, como señala el economista y diputado de la Asamblea de 2015 José Guerra, que informa lo que Maduro y el BCV no muestran y tratan de maquillar en materia económica monetaria, el Bolívar se devalúa y va en caída libre frente al dólar y el euro, generando que los salarios, jubilaciones y pensiones no alcancen para cubrir las necesidades básicas de millones de venezolanos, que obtienen sus escasos ingresos en bolívares y ven como todo sube de precio y no pueden adquirirlo con lo que el gobierno les paga.
La dolarización de hecho de la economía no parece reversible porque servicios y productos se tranzan en esa moneda, el venezolano que no depende del estado se ha acostumbrado a cobrar y pagar en verdes americanos, todos los anuncios y planes económicos del gobierno han fracasado, porque resulta imposible que el país se recupere, se normalice y comience a producir mientras Maduro este en el poder y los factores que lo apoyan sigan viendo a Venezuela y sus recursos como un negocio grupal que solo los beneficia a ellos.
Por estas razones y otras, es que resulta imposible la normalización de Venezuela, todas los diálogos, conversaciones, negociaciones en que participe parte de la oposición, tiene que entender que la sociedad venezolana no está “normal” y que si se llega por milagro a algún acuerdo electoral, no se puede hablar de normalización política, pues es imposible considerar normal a un régimen que por su falta de ideas y soluciones ha arrojado fuera de su tierra a más de 6 millones de compatriotas, como dice un médico amigo para referirse a personas con personalidades complejas, normal, normal no es.