La Copa Mundial de la FIFA de este año, que se celebra en Qatar, se está convirtiendo en un punto caliente para que los gobiernos espíen a sus adversarios, según han advertido esta semana investigadores y funcionarios.
Por Sam Sabin | Axios
Traducción libre del inglés por lapatilla.com
Impulsando la noticia: La empresa de ciberseguridad Recorded Future publicó el jueves un informe en el que advierte de que es probable que grupos de piratas informáticos patrocinados por el Estado consideren el Mundial como un “entorno rico en objetivos” para espiar a dignatarios y empresarios extranjeros.
– Los reguladores europeos de la protección de datos han desaconsejado a sus electores que se descarguen las aplicaciones de la Copa del Mundo de Qatar por motivos de vigilancia y seguridad nacional.
– Las autoridades alemanas dijeron que una de las aplicaciones “recoge datos sobre si se hace una llamada telefónica y con qué número”, informa Politico.
El panorama: Los eventos deportivos internacionales se han convertido en un caldo de cultivo para las campañas de ciberespionaje, lo que pone a los gobiernos en alerta por la vigilancia no deseada.
– El Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos aconsejó al equipo estadounidense que utilizara teléfonos desechables durante su estancia en Pekín para los Juegos Olímpicos de Invierno de este año debido a preocupaciones similares, según el Wall Street Journal.
Entre líneas: Los investigadores de Recorded Future afirman que los espías digitales vinculados a China e Irán son los más propensos a llevar a cabo campañas de espionaje dirigidas al torneo.
– Los grupos de espionaje iraníes tienen un historial de espionaje a otros gobiernos de Oriente Medio.
La intriga: Según el informe, Rusia es el país con más probabilidades de lanzar un ataque perturbador contra la Copa del Mundo como represalia por la prohibición general de la FIFA a los clubes de fútbol rusos de participar en competiciones tras la invasión de Ucrania.
Sé inteligente: El informe aconseja a los asistentes a la Copa del Mundo que utilicen aplicaciones de mensajería encriptadas, que consideren la posibilidad de utilizar un teléfono desechable y que tengan cuidado al conectarse a redes WiFi públicas.