Cuando el general Antonio Guzmán Blanco fungía como ministro plenipotenciario de Venezuela ante varios gobiernos europeos, firmó un convenio en Londres con Miguel Tejera para la instalación de una nueva casa de la moneda en Caracas. Corría el año 1885.
Según las crónicas, la materia prima dispuesta sería el oro extraído de las minas de Guayana, y para tal fin, se le otorgó la concesión a la empresa francesa C. A. La Monnaie, que era afín al grupo de negocios de los hermanos Péreire, cuyo contrato se validó por 20 años, en donde estipulaba que la nueva fábrica debía acuñar cuatro millones de bolívares en oro y plata.
Al poco tiempo, Guzmán Blanco fue nombrado presidente de los Estados Unidos de Venezuela para el período constitucional 1886 a 1888, tomando posesión del cargo el 27 de agosto de 1886, por lo que se hicieron todos los preparativos para que el nuevo magistrado nacional inaugurara la Casa de la Moneda, que se emplazó en la Avenida Norte 4, N° 48, en la antigua Calle del Comercio, en una casona de dos pisos y, que con el paso del tiempo se popularizó como Esquina del Cuño, nombre que aún conserva.
Tras la renuncia de Adolfo Ernst, quien desempeñó el cargo por pocos días, el general Jacinto Regino Pachano, militar y político nacido en La Vela de Coro, estado Falcón, el 22 de abril de 1835, quien además era escritor; fue nombrado Inspector Nacional en la Casa de la Moneda. Sus funciones eran, entre otras, controlar debidamente la actividad del cuño, así como firmar las actas de acuñación de la institución para así poder colocar en circulación las monedas.
Cien bolívares en oro
La primera moneda que se acuñó fue una pieza de 100 bolívares en oro, ley 900, con un peso de 32,2 gramos y un diámetro de 35mm, que el propio Inspector Nacional le obsequió al presidente de la República quien al recibirla exclamó: “¡qué bueno, Pachano!”, lo que dio origen al nombre de “pachanos” con que han sido denominadas comúnmente estas monedas. Luego Guzmán Blanco destinó esa moneda al Museo Nacional.
En su libro Monedas Venezolanas, Mercedes Carlota de Pardo, fundadora de la Colección Numismática del Banco Central de Venezuela, relata que, luego de una serie de encuentros y desencuentros entre el Gobierno nacional y la compañía francesa La Monnaie, el 28 de junio de 1889 se clausuró definitivamente la Casa de la Moneda de Caracas, última fábrica de este tipo en la ciudad capital. La vida operativa de esta fábrica fue de apenas 33 meses.
Finalizó sus labores después de una última acuñación de 6.200 pachanos, cuyo oro había sido remitido por la C.A. Minera Nacional El Callao.
Tiene la efigie del Libertador
Fue acordado que, para esta primera moneda de oro, (Pachano), “se imprimirá en su adverso la efigie del Libertador Simón Bolívar, mirando a la derecha. En el reverso se grabará el Escudo de Armas de la República y el año de acuñación”.
Como dato revelador, la autora de Monedas Venezolanas, precisa que se acuñaron 87.429 pachanos, entre 1886 y 1889, siendo los de 1886 los más buscados por coleccionistas, debido a que en ese año solo se produjeron 4.250 piezas.