Un grupo de cuatro migrantes venezolanos, entró a solicitar apoyo al Consejo Estatal de Población (Coespo), al salir se les cuestionó cómo les fue, su respuesta fue: “Puras pendejadas, que los albergues ya están todos saturados, no hay lugar para quedarse en ningún lado, hay uno por aquí cerca, pero nos van a cobrar”.
“La verdad es que los albergues de gobierno no tienen la posibilidad de acoger tanta gente, las instalaciones no sirven, no funcionan para tener tanta gente, no hay nada que garantice que tu salud va a estar bien ahí, no es conveniente estar ahí dentro”, indicó Alfredo, un migrante que estaba asentado en el río Bravo.
Acompañado de tres jóvenes venezolanos y de un juarense que fue quien les dio alojamiento, luego de que se quedaron sin un lugar donde pasar la noche, acudieron a buscar un espacio humanitario, sin embargo, en Coespo, se toparon con la información, que todos los albergues estaban llenos.
“Los albergues no están bien acondicionados como deberían estar, por eso la gente no quiere ir para allá, aunque tienen necesidad”, comentó muy molesto Alfredo.
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