“Drogaba a mis hijos hambrientos para ayudarles a dormir”: crudo relato de un afgano viviendo bajo el régimen talibán

“Drogaba a mis hijos hambrientos para ayudarles a dormir”: crudo relato de un afgano viviendo bajo el régimen talibán

Ghulam (centro) dice que da a sus seis hijos hambrientos tranquilizantes para que duerman.

 

 

 





Algunos afganos dan a sus hijos hambrientos medicamentos para sedarlos; otros han vendido a sus hijas y sus órganos para sobrevivir. En el segundo invierno desde que los talibanes tomaron el poder y se congelaron los fondos extranjeros. Millones están a un paso de la hambruna.

“Nuestros hijos no paran de llorar y no duermen. No tenemos comida”, contó Abdul Wahab.

“Así que vamos a la farmacia, compramos pastillas y se las damos a nuestros hijos para que se sientan adormecidos”.

Vive a las afueras de Herat, la tercera ciudad más grande del país, en un asentamiento de miles de casitas de barro que ha crecido durante décadas, lleno de personas desplazadas y golpeadas por la guerra y los desastres naturales.

Abdul forma parte de un grupo de casi una docena de hombres que se reunieron a nuestro alrededor. Preguntamos cuántos daban medicamentos y drogas a sus hijos para sedarlos.

“Muchos, todos”, respondieron.

Ghulam Hazrat buscó en el bolsillo de su túnica y sacó una tira de pastillas. Eran de alprazolam, tranquilizantes que suelen recetarse para tratar los trastornos de ansiedad.

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