Cuando el partido está rocoso y las defensas construyen murallas imponentes, aparecen jugadores como Leo Messi, quienes analizan y accionan un botón que lo cambia absolutamente todo y lo ponen a su favor (2-1). Cuando el “10” aparece, Argentina celebra, y contra los “socceroos” festejaron su pase a cuartos de final.
Lucho Suárez // lapatilla.com
Durante casi 45 minutos, sudamericanos y oceánicos no se hicieron daño en el marcador pero sí en físico, disputaron un encuentro cerrado en el medio campo, casi nulas ocasiones, hasta que Messi dijo “basta”.
A 10 minutos para concluir la primera mitad (35′), el astro albiceleste “frotó la lámpara” y con un gol de otro partido, destrabó el marcador y colocó a su selección arriba en la pizarra (1-0).
La jugada partió desde una falta en el costado derecho ejecutada en corto por el mismísimo Messi, se asoció con Enzo Fernández quien filtró a Nicolás Otamendi. El defensor vio al “10” en carrera como un Ferrari hacia el área y de primeras le dejó el balón para su sagrada zurda. Del mismo modo, el capitán, como se le ha visto en innumerables ocasiones, remató raso al palo largo del guardameta Matthew Ryan.
PRESIÓN Y PROVOCACIÓN PERFECTA
Con un gol abajo, Australianos abrieron sus espacios para buscar el partido, mientras que Argentina aprovechó el desespero oceánico para presionar y pegar nuevamente.
Rodrigo De Paul, figura albiceleste del partido, fue artífice de lo que concluyó en la segunda anotación patagónica.
Una salida defensiva (56′) fue presionada perfectamente por los pupilos de Lionel Scaloni. De Paul correteó al portero hasta incomodarlo, provocando un error en salida que aprovechó el siempre atento Julián Álvarez.
“La Araña” interceptó el seudo despeje del guardameta Ryan y empujó la esférica al fondo de las redes (2-0), lugar más que conocido por el delantero del Manchester City.
REACCIÓN “DE CARAMBOLA”
Cuando la albiceleste dominaba el encuentro a placer, los “canguros” empujaron y descontaron en un ataque (77′).
Craig Goodwin, recién ingresado al encuentro, se encontró con un despeje de la zaga albiceleste y de primeras desenfundó un disparo que pegó en la humanidad de Enzo Fernández y posteriormente se coló en la portería custodiada por Emiliano “Dibu” Martínez”.
Los patagónicos pudieron haber goleado, pero el rival se plantó y se defendió de las embestidas.
Por otro lado, Leo Messi, en su partido 1000 como profesional, brindó un espectáculo a la talla de su legado, como si los años no pasaran, como definieron los comentaristas, un Messi “de todos los tiempos“.
Con esta victoria, Argentina se medirá en cuartos de final contra Países Bajos, selección con la que coincidió en semifinales de Brasil 2014, donde pudo superarla en la tanda de penales.