Los órganos del cuerpo envejecen de forma no uniforme por lo que conocer su estado vital puede ayudar a retrasar la aparición de enfermedades.
Por infobae.com
¿Qué significa la edad biológica? Las investigaciones recientes han detectado que el estado de las células y los órganos no tienen necesariamente que coincidir en envejecimiento con la edad cronológica de la persona.
Por eso, los científicos creen que conocer la edad biológica, que puede no tener coincidencia con la edad cronológica, permitiría predecir la calidad de vida que se tendrá a lo largo de los años y, en consecuencia, actuar para evitar o retrasar ciertas enfermedades, como el Alzheimer o patologías cardiovasculares, entre otras.
“Nuestro trabajo reconfirma estudios previos que señalaban que existen diversas tasas de envejecimiento entre órganos y sistemas, y que los patrones de envejecimiento de las personas son diferentes —explicó Chao Nie, otro de los autores de documento y especialista perteneciente al Banco Nacional de Genes de China—. Esto requiere, además, evaluaciones de salud personalizadas que consideren de manera integral varios procesos de envejecimiento”.
El equipo de Kennedy recolectó muestras de heces y sangre de unas 480 personas de entre 20 y 45 años y midió un total de 403 características biológicas en cada individuo. El equipo clasificó estos biomarcadores en nueve categorías para evaluar la edad biológica de los riñones, el hígado, el microbioma intestinal y los sistemas cardiovascular, inmunitario, metabólico y de hormonas sexuales.
El equipo también evaluó la edad biológica mediante pruebas de aptitud física y analizando fotografías de los rostros de los participantes. De los nueve sistemas y órganos evaluados, la edad biológica del sistema cardiovascular de un individuo fue la que más correlacionó con la edad de las personas en años: su “edad cronológica”
Los expertos a cargo de diferentes trabajos de investigación coinciden en la importancia de conocer la edad biológica del organismo, en cambio disienten en cuanto a sus posibilidades de predecir la extensión de la vida, ya que aún no se ha creado una forma estándar de medir la edad biológica y, si bien se está trabajando en ello, las herramientas que se han ideado hasta aquí todavía no están probadas.
Por su puesto, el objetivo de todos los científicos que se dedican a este tipo de estudios, es encontrar la forma de que las personas puedan prolongar sus vidas modificando sus hábitos, al conocer cuáles son los puntos débiles, o sus órganos más delicados y envejecidos.
David Sinclair, profesor de genética y codirector del Centro Paul F. Glenn para la Biología de la Investigación del Envejecimiento en la Facultad de Medicina de Harvard, se encuentra entre los investigadores y empresarios que promueven la noción de una edad biológica. Él lo describe como “como un puntaje de crédito para su cuerpo”, según citó The Wall Street Journal.
El doctor Sinclair es uno de los fundadores de una nueva empresa que está desarrollando una prueba de edad biológica. Él mismo está probándola y por eso asegura que, aunque nació hace 52 años, en verdad su edad fisiológica es de aproximadamente 42 años.
Algunos científicos calculan la métrica analizando biomarcadores en sangre o saliva; otros científicos e ingenieros lo hacen comparando individuos con patrones de envejecimiento más amplios.
Estas investigaciones avalan cuestiones ampliamente estudiadas, como por ejemplo, la importancia de tener una buena calidad de sueño, una alimentación saludables, hábitos de ejercicio como para influir de buena manera en la edad biológica.
Pero luego interviene la cuestión genética. Esto es diferente para todas las personas y el seguimiento de la edad biológica podría ayudar a determinar qué hábitos son más útiles a cada ser humano.
Por ejemplo, 10 mil pasos al día podrían ser perfectos para una persona, pero para otra bastarían 6.000. Otro aspectos que permitirían reducir la edad biológica son la meditación o practicar yoga u otras técnicas de control del estrés. El doctor Sinclair reveló que, en su caso, usa suplementos para tratar de rejuvenecer su edad biológica que han sido creados por su propia empresa.
En principio, los científicos apuntan a hallar la forma de medición exacta de la edad biológica y desentrañar qué la influye y, a partir de ahí, elaborar planes para prevenir enfermedades crónicas, lo que, esperan, podría a futuro permitir el alargamiento de la vida.
Pero no todos los científicos creen en ese camino —conocer la edad biológica, elaborar un plan de rejuvenecimiento, vivir más— Algunos piensan que incluso si se llegara a conocer con precisión los años fisiológicos de cada individuo es una exageración pensar que permitirá vivir más tiempo.
Alex Zhavoronkov , director ejecutivo de Insilico Medicine, que utiliza inteligencia artificial para desarrollar fármacos dirigidos a enfermedades relacionadas con la edad, dijo que la edad biológica es un concepto útil para el desarrollo de fármacos. Pero aclaró que duda de que las personas puedan usar los comportamientos para vivir más tiempo, según los estudios sobre la esperanza de vida en diferentes países del mundo.
“Es poco probable que la optimización extrema del sueño, el ejercicio y la dieta resulte en un aumento dramático de la vida útil”, afirmó. El creciente interés en la edad biológica se ve impulsado por los avances en el campo de la epigenética, el estudio de cómo la expresión génica se ve afectada por los comportamientos y el medio ambiente.
Entre los más optimistas sin duda se encuentra el doctor Sinclair, que está desarrollando una prueba de edad biológica basada en los cambios químicos en el ADN que se encuentra en las células del costado de la mejilla tomadas en casa con un hisopo.
Pero según WSJ, el doctor Sinclair ha sido criticado por varios de sus pares que consideran que está exagerando los resultados de algunos de sus hallazgos, como los efectos antienvejecimiento encontrados en el compuesto resveratrol.
En cambio, el científico de Harvard rechaza que esté sobredimensionando los resultados de ese fármaco y como prueba muestra que los estudios de la investigación fueron publicados en las principales revistas científicas. Sinclair creó, junto a otros especialistas, más de una docena de empresas de biotecnología y tiene inversiones en la mayoría de ellas, incluidas algunas que están desarrollando terapias que se enfocan en la biología del envejecimiento.
Michael Roizen, anestesiólogo y director emérito de bienestar de la Clínica Cleveland, creó una de las primeras calculadoras de la edad biológica hace 25 años basándose en un cuestionario.
Lo vendió a la empresa de salud digital Sharecare Inc, donde recibe opciones sobre acciones como miembro de su junta asesora científica. El doctor Roizen ahora tiene un libro y un sitio web que saldrán pronto, parte de una nueva compañía que, según él, tendrá como objetivo ayudar a las personas a comprender cómo vivir más tiempo.
El ejercicio, por ejemplo, hace más que fortalecer el corazón, afirmó Roizen. El ejercicio activa un gen que inicia una reacción en cadena que aumenta la secreción de una proteína que mejora la memoria, según muestran los estudios.
Sus métodos para manejar el estrés pueden activar o desactivar el funcionamiento de más de 250 genes, aseguró. “Tus elecciones tienen un efecto mucho más profundo que simplemente cambiar si tu corazón late rápido o lento”, completó.