Un ataque de un grupo de disidencias de las FARC esta madrugada en una zona rural de Buenos Aires, en el departamento del Cauca (suroeste de Colombia), dejó seis soldados muertos, según informó el presidente de Colombia, Gustavo Petro.
La emboscada se produjo esta madrugada, sobre las 02.55 hora local (07.55 GMT), cuando miembros del Frente Jaime Martínez, que responde al mando del Estado Central (uno de los dos grandes grupos surgidos tras la extinción de las FARC), hostigaron y atacaron con fusil, tatucos y granadas al Ejército en la vereda (zona rural) Munchique.
Petro informó, tras finalizar un consejo de seguridad extraordinario por los hechos, que son seis los soldados muertos en el ataque (Yonny Saac, Jonathan Ordóñez, Armando Vélez, Jan Rodríguez, Jerson Mamian y Alexander Portocarrero), todos ellos de entre 18 y 20 años.
El cabo segundo Jimi Javier Castro Quenan, que se encontraba en el lugar, reportó de forma preliminar que había seis soldados heridos y cuatro fallecidos, además de que el Ejército aseguró que aún falta por ubicar a siete soldados que se encontraban también en ese batallón y con los que aún no se ha podido establecer comunicación.
El Frente Jaime Martínez, uno de los más activos en esta zona del Cauca y responsable de ataques a comunidades indígenas y asesinatos de líderes sociales e indígenas, está integrado dentro del Comando Coordinador de Occidente de las disidencias de las FARC, que responde a las órdenes, supuestamente, de “Iván Mordisco”.
Este líder disidente emitió hace varias semanas su compromiso con la paz total y con entablar diálogos con el Gobierno y de esa forma pidió un cese al fuego a sus filas, aludiendo a no atacar si no están bajo ataque, una orden que no es la primera vez que se incumple.
Por eso, Petro insistió hoy en que “el Ejército no va a abandonar la zona donde permanece en el Cauca” y aseguró que de momento solo hay procesos de diálogos concretos con el Ejército de Liberación Nacional y que mañana va a comenzar uno de sometimiento a la justicia “con organizaciones de jóvenes armados muy ligados al narcotráfico en barrios populares de Buenaventura”, el mayor puerto del Pacífico.
“Hasta ahora son los dos contactos concretos, en lo que resta, la posición es que la acción militar no cesa mientras no haya realmente una voluntad real de negociación”, dijo Petro, cuyo Gobierno ha comenzado algunos contactos preliminares con las disidencias de las FARC, que aún no se han materializado en nada concreto.
Para el municipio de Buenos Aires, así como los aledaños de Santander de Quilichao y Caldono, la Defensoría del Pueblo ha emitido varias alertas tempranas, la última vigente de agosto de este año, por “la disputa territorial” entre el Comando Coordinador de Occidente y la Segunda Marquetalia, que, comandada por “Iván Márquez”, es el otro gran grupo disidente de las FARC.