¡Insólito! Adriano se divorció 24 días después de casarse por “culpa” del Mundial

¡Insólito! Adriano se divorció 24 días después de casarse por “culpa” del Mundial

Adriano y Micaela Mesquita. | Foto: Cortesía

 

Adriano Leite Ribeiro, conocido futbolísticamente como Adriano, ha sumado un nuevo capítulo a su polémica vida al divorciarse de Micaela Mesquita después de solo 24 días de matrimonio. La pareja, que ha tenido una relación marcada por la intermitencia y por los altibajos, se casó el pasado mes de noviembre pero no ha conseguido superar el Mundial de Qatar 2022. Y es que el motivo de la ruptura está en el segundo partido que Brasil disputó en la Copa del Mundo y en el que los de Tite se impusieron a Suiza gracias a un gol de Casemiro.

Por Diario AS





El exfutbolista de Inter, Fiorentina y Flamengo comenzó a salir con Micaela en 2015 y la joven fue apodada en la prensa brasileña como ‘la nueva emperatriz’, pero lo suyo no llegó a buen puerto. No obstante, estuvieron yendo y viniendo hasta 2018 y, tras un nuevo descanso, retomaron la relación con polémica, pues Adriano fue acusado de estar en un triángulo amoroso al mantener noviazgos supuestamente tanto con Micaela como con Victoria Moreira.

El paso del tiempo dejó atrás el revuelo y Adriano parecía que iba a sentar la cabeza, pues compartía imágenes a menudo con Mesquita y decidió comprometerse y casarse a una velocidad endiablada, la misma con la que se ha divorciado. Según apunta el medio Extra Globo, la causa de la separación ha sido la desaparición de Adriano durante dos días después del Brasil-Suiza.

Tal y como desvela el citado portal, el exdelantero se desplazó a la casa de unos amigos en Vila Cruzeiro, la favela en la que se crio, para disfrutar del partido, pero tardó dos días en regresar sin haber dado ninguna explicación. En su reencuentro con Micaela, Adriano se habría explicado y disculpado, pero la brasileña no lo aceptó y dio por terminada la relación. Eliminó las imágenes junto a él de su perfil de Instagram y dejó un mensaje de lo más esclarecedor: “Me duele por dentro, pero no me voy a tumbar a sufrir. Vivamos”.

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