Aun cuando la ciudadanía está concentrada en buscar recursos para disfrutar de las navidades, y algunos intentar llevar un pan de jamón a la mesa de sus hogares, los acontecimientos políticos, económicos, sociales y judiciales, siguen su curso, y con una atención mediática mínima debido a las vicisitudes que están pasando en el gremio del periodismo.
A la redacción de Lapatilla.com ha llegado información sobre los juegos de poder que se están suscitando recientemente en el poder judicial venezolano. Aun cuando en el Tribunal Supremo de Justicia conviven los adeptos de la pareja presidencial, el ala militar, y los hermanos Rodríguez, la convivencia se ha tornado poco amena debido a los cambios y las decisiones personales.
La Sala de Casación Penal tiene elevado los decibeles por las actuaciones de los asistentes de la Magistrada Elsa Janeth Gómez Moreno, Francisco Linares y Bárbara Rojas, según informó la alta fuente judicial. El informante de elevado nivel, ha descrito que el primero se ha hecho conocer por el buen gusto, la variedad de vehículos en los que ha llegado a la sede del máximo tribunal del país, y los trajes de marca; y a la segunda por venir de la Defensa Pública, tener 27 años de edad aproximadamente, ser egresada de la Universidad Santa María y pedir que le lleven a su escritorio expedientes penales de casos que presuntamente le sean convenientes.
Aun con el anuncio de Nicolás Maduro de llevar a cabo la “revolución profunda y acelerada del sistema judicial” donde fueron comisionados Cilia Flores y Diosdado Cabello de emprenderla, varios han sido los intentos en realizar cambios idóneos pero que a su vez parecen no lograr el objetivo, debido a las estrategias empleadas en el tablero de ajedrez, que ha incomodado a varias cabezas del Poder Judicial.
Actualmente en el Circuito Judicial del Área Metropolitana de Caracas con el retiro de la denominada “Magistrada 33”, apodo que le puso Pedro Carreño a la abogada Solchi Delgado Paredes, quien fuese la presidenta del Palacio de Justicia, se ha realizado una depuración de jueces provisorios, secretarios, asistentes, entre otros, que han tocado fibras y movilizado a alfiles de los propios que dirigen el TSJ.
La fuente afirma que dentro de los pasillos que conforman el complejo arquitectónico ubicado sobre la avenida Bolívar y entre las avenidas Este 6 y Este 8 en las parroquias Santa Rosalía y Santa Teresa, ha surgido el remoquete de la “Magistrada 21”, haciendo referencia a la abogada Barbara Rojas, quien viene de un familia sencilla, y que describen como “muy bonita”.
Otra fuente consultada, aseguró que Pedro Carreño ya estaría en conocimiento de lo que está ocurriendo y que éste, estaría en desacuerdo con lo sucedido. Sin embargo hay que esperar que ocurre debido a que la mayoría son de un mismo frente.
El trabajo de depuración que se está llevando cabo en el Palacio de Justicia, ha generado polémica, dimes y diretes, satisfacciones y desagravios, debido a que la orden de “todo lo que huela a corrupción, guiso, y pedidera de plata y bienes” ya parece no ser bienvenido en el sistema de justicia.