El domingo, Lionel Scaloni puede inscribir su nombre en el panteón de los más grandes de los banquillos del fútbol argentino. César Luis Menotti dio a Argentina su primer título mundial en 1978, Carlos Bilardo el segundo en 1986 y el joven técnico de 44 años puede lograr ahora el tercero.
Con el perfil bajo y diplomático que acostumbra a acompañar sus intervenciones públicas, Scaloni prefirió tirar balones fuera al ser preguntado por esos dos grandes nombres y por el de Alejandro Sabella, el técnico -fallecido en 2020- con el que la Albiceleste fue subcampeona en Brasil-2014.
“Ellos son historia, hicieron grande esta camiseta. Me llena de orgullo jugar una final y representar a la selección. No puedo ponerme a la altura de gente que ha hecho historia en el fútbol. Ya jugar la final para mí es un privilegio”, aseguró Scaloni en la conferencia de prensa posterior a la victoria 3-0 del martes en la semifinal ante Croacia.
Scaloni tenía 40 años cuando tomó las riendas de la selección argentina, en principio como interino después de la decepción de Rusia-2018 con Jorge Sampaoli, del que era ayudante. Con 44 años ha sido el seleccionador más joven de los 32 equipos participantes de Catar-2022.
Menotti también acostumbró a ser destacado por su precocidad en sus inicios. Llegó al puesto con casi 36 años, en 1974, e hizo campeona a Argentina cuatro años después, cuando todavía no había cumplido los 40 años.
Estuvo en el cargo hasta 1983 y entonces empezó la era de Bilardo, que asumió las funciones con 45 años y que tenía 48 cuando hizo campeona a la Albiceleste en México-1986.
En esta historia de técnicos triunfadores a edad temprana, Scaloni aúna para muchos características de la gestión táctica de Menotti y del pragmatismo de Bilardo.
“El cuerpo técnico no vende humo, están metidos todos los días en reforzar su aprendizaje y se comprometen con los jugadores de manera leal”, dijo Menotti, que tiene ahora 84 años, a Radio Mitre después de la victoria ante Croacia.
Por el momento, Scaloni logró algo que no pudieron conseguir ni Menotti ni Bilardo en sus etapas como seleccionadores, que Argentina ganara la Copa América. Los dos ilustres predecesores ni siquiera lograr disputar la final y Scaloni condujo a Argentina al título en la emblemática competición del fútbol sudamericano, el año pasado en Brasil.
“Muy inteligente”
Ilustres integrantes del último equipo argentino campeón del mundo, el que dirigía Bilardo en 1986, han destacado también el trabajo de Scaloni para devolver la ilusión a la hinchada y recomponer los pedazos rotos después de la desilusión de Rusia.
“Ayudó a descubrir jugadores como (Nahuel) Molina, Cuti Romero, Lisandro Martínez o (Alexis) Mac Allister, que han dado categoría al equipo y, sobre todo, han dado a Leo (Messi) opciones de juego que por ahí en el anterior Mundial no las tuvo”, dijo a la AFP en Doha Jorge Burruchaga, autor del gol del título argentino en la final de México-1986.
El arquero de Argentina en ese torneo de hace 36 años, Nery Pumpido, afirmó el domingo en Doha que detrás del gran Mundial de su país está el trabajo de un cuerpo técnico ejemplar.
“Siempre lo apoyé de entrada porque sabía que había sido muy inteligente al formar algo que es prioridad, el grupo. Vos no tenés ahora tiempo de trabajo, más que director técnico en la selección se es seleccionador, que es distinto. Por eso cualquier no vale”, dijo.
Scaloni cuenta con el respaldo de un plantel con el que rema en la misma dirección, al que siempre ha defendido y con el que parece en total conexión.
El martes, con la semifinal más que encarrilada con un 3-0, decidió dar entrada a los jugadores de campo que todavía no habían disputado ningún minuto en el torneo, Paulo Dybala, Juan Foyth y Ángel Correa. Solo quedan de su lista sin jugar en Catar dos arqueros suplentes, Franco Armani y Gerónimo Rulli.
“Para mí eso es importante porque lo merecen todos. Incluso el que menos juega es casi más importante que el que más juega”, se enorgulleció el técnico que puede consagrarse el domingo entre los más grandes.
AFP