El mundo de hoy se debate entre democracia y autocracia, y la usurpación del poder ha colocado a una nación de determinación democrática en la opresiva balanza.
El régimen forajido se jacta en tener 312 presos políticos, a quienes ha configurado brutal y salvajemente en la denegación de justicia. Utilizando indebidamente el expediente del terrorismo condena a inocentes por penas altísimas en años. Y cuando no encuentran a los que busca, al igual que los nazis, se lleva a cualquier miembro de la familia. Y de paso en las tropelías cometidas en los allanamientos se incautan y roban los bienes que consiguen.
Los presos políticos deben ser la bandera de cualquier negociación, el principal motivo. No olvidemos que todos los venezolanos son presos políticos potenciales.
El coronel García Palomo denunció que en la Dgcim tienen a 7 presos políticos metidos en una especie de cámara de gas, encerrados en el sótano del estacionamiento respiran continuamente el humo de los vehículos.
Aquí no hay sistema de justicia, el régimen lo maneja a su antojo para intimidar a quienes no se amolden a sus designios criminales. Montó una estructura y entramado de represión, un modelo de Estado que capacita a personas para la opresión y causar tormentos a los privados de libertad. Siguen las torturas y la indefensión en juicios que se hacen eternos.
Los abogados venezolanos debemos ser más pro activos en denunciar la ausencia de justicia en el país, que lo hace inviable en el presente y futuro. Y los políticos tener a los presos políticos como primer punto de la agenda en cualquier negociación y foro en los que participen.
Hacemos, desde este lugar, un llamado para que la familia se reencuentre con su preso político. Más sufre la familia en muchos casos con la incertidumbre de los que yacen tras las rejas. Exigimos una amnistía general para una Navidad en familia.
¡Libertad para Javier Tarazona y Emilio Negrín! ¡No más prisioneros políticos, torturados, asesinados ni exiliados!