El Especial contra la Corrupción del Poder del Ministerio Público tiene muy bien definido la estructura criminal que se gestó alrededor de los ascensos irregulares dentro de las Fuerzas Armadas que fue destapado a partir de una denuncia pública del destituido excomandante general del Ejército peruano, José Vizcarra Álvarez, así lo reseñó INFOBAE.
Según la tesis fiscal, el expresidente Pedro Castillo sería el cabecilla al buscar el ascenso de sus paisanos tacabambinos, los coroneles EP Carlos Ramiro Sánchez Cahuancama y Ciro Bocanegra Loayza. Para lograr su objetivo, ellos visitaron a Bruno Pacheco, entonces secretario general del Despacho Presidencial.
Pacheco, quien era uno de los más escuchados por Castillo, se unió con el entonces ministro de Defensa, Walter Ayala, para ayudar a los coroneles Sánchez, Bocanegra y otros que eran recomendados del expresidente. De esta manera, contactaron al excomandante Vizcarra, quien fue muy claro al mencionar cómo pasó este episodio.
“Yo sí recibí algunos pedidos que me hicieron conocer antes del proceso. A través del secretario Bruno Pacheco y el ministro de Defensa y los mensajes de a través del Edecán del ministro de Defensa. Eran varios los recomendados y en diversos grados”, manifestó el ex jefe del Ejército a RPP Noticias.
“El ministro de Defensa y el secretario general de Palacio insistieron en los ascensos de varios recomendados. Quiero puntualizar dos, hablamos del coronel Sánchez Carhuarcamo y Ciro Bocanegra. Ambos [Ayala y Pacheco] insistieron tanto que tuvimos intercambios de ideas sobre cómo funcionan las Fuerzas Armadas, pero ellos no pudieron entender”, agregó.
Vizcarra se entrevistó con el expresidente Castillo, a quien le manifestó que no podía promover a sus recomendados. Tras ello, el militar fue retirado de su puesto.
De esta manera, la Fiscalía estima que Castillo sería el cabecilla y sus operadores Pacheco y Ayala para concretar de manera irregular los ascensos dentro de las Fuerzas Armadas. Contra estos personajes se les abrió un proceso preliminar por la presunta comisión del delito contra la administración pública, en la modalidad de tráfico de influencias.
Es así que la Fiscalía Anticorrupción junto a miembros de la Diviac realizaron el lunes 26 de diciembre una serie de intervenciones en la vivienda y oficinas del exministro de Defensa Walter Ayala, en el marco de las investigaciones por los asensos irregulares en las Fuerzas Armadas.
Este allanamiento fue dictado por el Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte Suprema de Justicia de Lima y se desarrolló de manera simultánea en la capital, así como en los departamentos de Cusco, Tumbes, Áncash, Piura, entre otras.
La ruta del dinero
De acuerdo a la investigación de la Fiscalía, este caso de corrupción también alcanzó a otros oficiales de la PNP, como el ex comandante general de la Policía, Javier Gallardo, quien habría recibido los pagos de 40 mil dólares para que sus colegas pudieran ascender sin ningún problema y así obtener beneficios como el bono de gasolina, ser jefes de algunas regiones policiales, entre otros.
Para el Ministerio Público, Gallardo, quien fue designado por el expresidente Pedro Castillo, habría cobrado este dinero a los oficiales Luis Legua Egocheaga, Pedro Villanueva Nole, Nicasio Zapata Súclupe y Manuel Rivera López.
Este nombramiento también generó cruces con el entonces ministro del Interior, Avelino Guillén, quien en todo momento buscó la manera de que Gallardo salga de la institución policial por considerar dudosa su integridad moral, pero esto solo terminó con su alejamiento del Gabinete y que el general PNP se convierta en el informante de Castillo sobre cualquier acción relacionada con sus sobrinos Fray Vásquez Castillo, Gian Marco Castillo y otros personajes de su entorno involucrados en otros casos de corrupción.