La presidenta de Perú, Dina Boluarte, sucesora del destituido Pedro Castillo, llamó al diálogo a quienes este jueves bloqueaban vías en varias regiones del país, exigiendo su renuncia.
Las protestas contra el nuevo gobierno se reiniciaron el miércoles tras un receso por las fiestas de fin de año. Los manifestantes piden la salida de Boluarte, quien asumió hace casi un mes, además del cierre del Congreso y el adelanto inmediato de elecciones.
“Desde el Ejecutivo les tendemos la mano y el corazón, nosotros vamos a sus regiones o ustedes vienen a la casa de gobierno para poder poner sobre la mesa y conversar sobre aquello que los lleva a la calle a protestar y, de una vez, pongámosle fin a estas marchas de protesta”, dijo Boluarte en conferencia de prensa en Lima.
Boluarte criticó los bloqueos de carreteras que se extienden por segundo día consecutivo, complicando las actividades económicas. La Defensoría del Pueblo reportó movilizaciones, paralizaciones y bloqueos en 26 de las 195 provincias del país.
Las protestas ocurren principalmente en las regiones de Cusco, Puno, Madre de Dios (sureste) Ica (suroeste), Apurímac (centro sur), Moquegua, Tacna (sur), Huánuco, Junín (centro) y Cajamarca (norte).
En Ica, pobladores bloquearon la carretera Panamericana Sur, principal vía que llega hasta la región Tacna (frontera con Chile).
Los bloqueos con neumáticos incendiados y piedras impiden el paso de decenas de buses de pasajeros y vehículos de carga.
En Puerto Maldonado, región amazónica de Madre de Dios, manifestantes mantienen bloqueado un tramo de la vía Interoceánica, que une Perú y Brasil.
“En la región del sur se ha concentrado un mayor registro de protestas”, declaró el ministro del Interior, Víctor Rojas.
“Espero que en las próximas horas o días se vayan diluyendo las protestas como se están llevando. Nos mantenemos tolerantes para continuar con el respeto de todas las personas en su derecho de protesta”, agregó.
En su calidad de vicepresidenta, Boluarte sustituyó a Castillo, quien el 7 de diciembre de 2022 intentó sin éxito dar un golpe de Estado. Fue destituido por el Congreso y luego detenido y acusado de rebelión.
Tras la caída de Castillo se desataron violentas protestas en el centro y sur del país, donde el exgobernante tiene más adeptos.
Policías y militares repelieron las manifestaciones con un saldo de 22 fallecidos y más de 600 heridos, varios de ellos baleados.
En un intento por aplacar las demandas, en diciembre el Parlamento adelantó los comicios de 2026 a abril de 2024.
AFP