Adicciones, éxitos, muerte y una canción que es récord: los 40 años de Red Hot Chili Peppers

Adicciones, éxitos, muerte y una canción que es récord: los 40 años de Red Hot Chili Peppers

De izquierda a derecha, Chad Smith, Anthony Kiedis, John Frusciante y Flea: la formación más icónica de Red Hot Chili Peppers que están cumpliendo 40 años de carrera

 

De California para el mundo. Así de simplicada y a la vez enorme es la parábola de Red Hot Chili Peppers quienes están cumpliendo 40 años de carrera y desde hace varias décadas que son una de las bandas de rock de estadios más importantes del planeta. Cultores de una energía tan funk como punk, su trayecto está plagado de encuentros, desencuentros, idas, venidas, adicciones, muerte y muchos clásicos que quedarán para siempre y que todavía se siguen cantando.

Por infobae.com





Lo que comenzó en los tiempos muertos del colegio y experiencias incipientes en otras bandas, se terminó convirtiendo en un estilo de vida para todos ellos: el vocalista Anthony Kiedis, el bajista Michael Peter Balzary, más conocido como Flea; el baterista Jack Irons y el guitarrista Hillel Slovak, quienes a fuerza de actitud y potencia se convirtieron de inmediato en animadores del circuito underground de Los Angeles. Esa fue la formación inicial del grupo que, sin embargo, al firmar su primer contrato discográfico se desintegró.

Irons y Slovak decidieron retornar a su seminal grupo llamado What Is This?, mientras que los otros dos incorporaron al baterista Cliff Martinez y al guitarrista Jack Sherman para darle forma al debut titulado The Red Hot Chili Peppers. El disco salió en 1984, no vendió mucho y su tour de presentación tampoco fue un éxito. Las tensiones en la grabación con Sherman hicieron que sea expulsado al poco tiempo y Slovak volvió a hacerse cargo de la guitarra.

Recién en el tercer disco del grupo, titulado The Uplift Mofo Party Plan y lanzado en 1987, coincidiría por primera y única vez la formación original de los Peppers: previo a su grabación, también había retornado Irons. Pero las cosas estaban lejos de ser las ideales. Kiedis y Slovak eran adictos a la heroína y sus estados de ánimo y voluntad de trabajo eran sumamente volátiles. Luego de haber echado a perder una sesión de preproducción por haber ingresado dormido al estudio, el cantante fue expulsado del grupo con la orden de que se repusiera, que iniciara la rehabilitación necesaria para ordenarse un poco.

En esa rehab, Anthony trabajó para mejorar y admitió que era la primera vez que “estaba sobrio desde los 11 años”. El cantante se había iniciado tempranamente en el alcohol y el cannabis y para esa altura, de su vida, con casi 25 años, su salud estaba lejos de ser la ideal. Estar limpio lo animó y lo inspiró a escribir “Fight Like a Brave”, canción que abre el álbum en cuestión y a la vez uno de los éxitos de ese trabajo. Pese a que con The Uplift… estaban mejorando la racha y creciendo como banda, la tragedia estaba a la vuelta de la esquina.

Durante la gira de presentación, tanto Kiedis como Slovak sufrieron del síndrome de abstinencia al decidir dejar de consumir heroína. Pero el guitarrista no lo soportó y abandonó el grupo en el medio del tour. De vuelta en Estados Unidos, el resto de los Peppers intentó comunicarse con Hillel pero no les atendía el teléfono: el 27 de junio de 1988 fue encontrado muerto por la policía en su departamento ubicado en Hollywood. Según la autopsia posterior, había tenido una sobredosis de heroína. Con la tragedia fresca y el grupo en shock, Jack Irons decidió marcharse de los Red Hot para nunca más volver.

Luego de hacer el duelo, la banda convocó a John Frusciante y Chad Smith para que ocuparan los puestos de guitarrista y baterista, respectivamente. De esta forma, quedó armada la formación más clásica e icónica de los Red Hot Chili Peppers: la que grabó sus mejores discos.

Luego del auspicioso Mother’s Milk (1989), llegaría el primer hito. Blood Sugar Sex Magik se publicó el 24 de septiembre de 1991 y se convirtió en un clásico mientras la fiebre del grunge se propagaba por el mundo: el mismo día se editó Nevermind, de Nirvana, y casi un mes antes había salido Ten de Pearl Jam. Lo de los californianos era distinto: exuberante, sexual, sudoroso, melancólico, cruzado por la muerte y definitivamente más prolijo con respecto a sus antecesores. Pero lo que más se destaca es la inventiva y el estilo de Frusciante en la guitarra, una marca registrada que convirtió en inmortales a muchas de las melodías que engrosan el álbum.

“Give It Away”, “Suck My Kiss”, “If You Have to Ask” y “Breaking the Girl” fueron cuatro de los cinco singles del álbum. El restante fue “Under the Bridge”, que concentra en pocos minutos el pasado reciente -hasta ese momento- de Kiedis. Una noche, volviendo del estudio en donde estaban registrando el disco, una sensación de melancolía invadió al cantante y mentalmente repasó sus días de adicción.

En ese momento, recordó un episodio que marcó como “el punto más bajo de mi vida”, según contó en su autobiografía Scar Tissue. “Cuando llegué a casa, saqué mi cuaderno y escribí todo como si se tratara de una canción a pesar de que estaba destinado a ser un poema para lidiar con mi propia angustia”, escribió.

“Tenía a un amigo llamado Mario. Era un ex convicto de la mafia mexicana- Él y yo paseábamos por las calles del centro de Los Ángeles en busca de nuestra próxima dosis. Una tarde en particular, hacía mucho calor y había estado despierto durante días. Él y yo habíamos encontrado lo que estábamos buscando y fuimos a este puente que está en el centro de Los Ángeles en este gueto. Había un puente de la autopista y había un pequeño pasaje por el que tenías que cruzar y solo ciertos miembros de esta pandilla mexicana, que eran todos ex convictos, podían ir allí”, narró Kiedis.

“Me dejaron entrar es porque Mario dijo que yo salía con su hermana, lo cual fue una mentira solo para que pudiéramos entrar ahí”, recordó. En cuanto a lo que lo llevó a componer “Under The Bridge”, declaró: “Sentí que había desperdiciado tanto en mi vida, pero también sentí un vínculo tácito entre mi ciudad y yo. Había pasado tanto tiempo vagando por las calles de Los Ángeles y caminando por Hollywood Hills, que sentí que había una entidad no humana, tal vez el espíritu de las colinas y la ciudad, que me tenía en la mira y me cuidaba. Incluso si era un solitario en mi propia banda, al menos todavía sentía la presencia de la ciudad en la que vivía”.

Blood Sugar Sex Magik vendió casi 20 millones de copias en todo el mundo y, un éxito semejante, merecía que la banda saliera a comerse el globo. Sin embargo, las tensiones estaban a la orden del día y Frusciante dejó al grupo en medio del tour que estaban llevando adelante en 1992, afectado por el suceso que estaba viviendo el grupo. Para él, las cosas no mejorarían, ya que en el tiempo que siguió desarrolló una adicción a la heroína que lo dejó indigente y al borde de la muerte.

A fines de 1997 se internó en una clínica de rehabilitación y en abril del año siguiente, ya recuperado, recibió la invitación para retornar al grupo. A partir de ahí comenzó a cocinarse el segundo gran éxito de los Red Hot Chili Peppers y de la mano de Rick Rubin, quien los había producido en Blood Sugar Sex Magik.

Californication vio la luz en junio de 1999 y fue el sucesor del discreto One Hot Minute, que el grupo había grabado con el guitarrista Dave Navarro. Este álbum fue el gran segundo golpe que la banda dio en los años 90 y con el que volverían a estar en lo más alto de las listas de ventas, tanto de tickets como de discos. Para trabajarlo montaron un laboratorio sónico en el que la improvisación fue la guía rectora: pasaron mucho tiempo juntos zapando e imaginando letras, con el entusiasmo de un grupo novel que gasta cuerdas en un garage pero reconfigurándose para volver a estar en lo más alto.

Del disco sobresalen los singles “Scar Tissue”, “Around the World”, “Otherside” y “Road Trippin’”, todos con el pulso clásico del grupo pero desde una óptica pop, más pegadiza. Pero el que rompió todo tipo de marcas fue el track homónimo “Californication”, una canción que estuvo a punto de quedar afuera del trabajo.

“Californication” fue el tema más complicó a la banda a la hora de terminarlo y decidieron descartarlo. Basada en la vida californiana y la falsedad de Hollywood, la letra surgió después de un viaje de Kiedis por Tailandia. De vuelta en el estudio, sintió que la música no iba con la historia y le encargó a Frusciante arreglarlo. Casi no lo consigue, pero sobre la hora, justo antes de que entraran a grabarla, dio con el riff indicado y tuvo que enseñarle al grupo cómo debían tocarla. Así, lograron redondear uno de sus más grandes hits.

Recientemente y tras casi 25 años de su publicación, el videoclip de “Californication” -recordado por simular un videojuego al estilo GTA-, cuenta con más de mil millones de reproducciones en YouTube y alcanzó un promedio diario de 290 mil visitas en esa red social.

La buena estrella de Californication pavimentó este nuevo éxito del grupo que emprendió giras cada vez más grandes. En ese plan, fue sucedido por By The Way (2002) y el doble Stadium Arcadium (2006), con los que estiraron la racha. Hacia 2009, John Frusciante dejaría una vez más a los Red Hot Chili Peppers con la intención de dedicarse de lleno a su frondosa carrera como solista. Fue reemplazado por Josh Klinghoffer, quien hizo su primera aparición discográfica en I’m With You hasta permanecer en la banda por los siguientes 10 años.

En 2019, Frusciante volvería al grupo que en 2022 se reactivó en el aspecto discográfico y por duplicado: en abril lanzaron Unlimited Love y en octubre salieron con el doble Return of the Dream Canteen, consolidando un total de 34 nuevas canciones que surgieron de las mismas sesiones y con las que se inyectaron grandes dosis de energía para seguir adelante.

Para 2023, el grupo ya tiene funciones pautadas en Oceanía, Japón, México, Estados Unidos y Europa. Además, se espera que lleguen a Sudamérica para seguir celebrando sus 40 años en la ruta. “Tenemos que ser realmente buenos tocando estas canciones en vivo y, luego, depende de la salud emocional de la banda. El tour es una de las grandes pruebas de supervivencia y veremos qué pasa. Siempre soy optimista y no veo ninguna razón para dejar de hacer lo que estamos haciendo”, selló Kiedis en una de sus últimas entrevistas.