El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó hoy que el “camino más rápido” hacia una solución de paz negociada entre Rusia y Ucrania es continuar apoyando a Kiev con armas para potenciar su fuerza en el cambio de batalla, lo cual beneficiaría su posición en una potencial mesa de negociación con Moscú.
Durante un discurso en la conferencia de seguridad Folk och Försvar, que se celebra en la ciudad sueca de Sälen, Stoltenberg indicó que, aunque “es imposible decir cuándo o cómo acabará la guerra en Ucrania”, se sabe que “la mayoría de las guerras acaban en la mesa de negociación” y “esta probablemente acabará así también”.
“Lo que los ucranianos logren en la mesa de negociación dependerá de su fuerza en el campo de batalla. Si queremos una solución de paz negociada en la que Ucrania sobreviva como un país democrático independiente en Europa, el camino más rápido es apoyar a Ucrania. Las armas son, de hecho, el camino hacia la paz”, señaló Stoltenberg durante la conferencia.
El secretario general de la Alianza advirtió de que una victoria rusa sería “una tragedia para los ucranianos” pero “también peligrosa para nosotros”, porque “manda un mensaje a (el presidente ruso, Vladimir) Putin y a otros líderes autoritarios de que si usan la fuerza militar conseguirán lo que quieran”.
“Nos haría más vulnerables. No habrá paz duradera si la opresión y la tiranía triunfan sobre la libertad y la democracia. Así que no sólo tenemos la obligación moral de apoyar a un país al que le ataca otro, también es por nuestro interés y es importante para nuestra seguridad”, insistió.
Ante el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, y el ministro de Asuntos Exteriores de Finlandia, Pekka Haavisto, Stoltenberg subrayó que el proceso de entrada en la OTAN de estos dos países nórdicos está siendo “el más rápido de la historia moderna” de la Alianza y confió en que “pronto podamos daros la bienvenida como miembros plenos”.
Todos los países miembros de la OTAN han firmado ya el protocolo de adhesión de ambos países, y todos, salvo Turquía y Hungría, han ratificado su entrada.
Las autoridades húngaras no han expresado ninguna reserva al ingreso de Finlandia y Suecia en la OTAN y han anunciado que el debate de ratificación en el Parlamento comenzará a finales de febrero.
En cambio, Turquía ha afirmado que no dará luz verde a su adhesión hasta que Helsinki y Estocolmo cumplan una serie de condiciones impuestas por Ankara durante la cumbre de la OTAN celebrada en Madrid en junio pasado.
Entre otras cuestiones, el Gobierno turco exige a los dos países nórdicos que extraditen a activistas kurdos sospechosos de terrorismo y que suspendan las restricciones a la exportación de armamento a Turquía.
Aún a falta de ese paso, Stoltenberg subrayó que la seguridad de ambos países ya se ha visto reforzada significativamente desde la invasión rusa, con garantías de varios países miembros y la integración de Estocolmo y Helsinki en la cooperación militar y algunas reuniones de la Alianza.
“Sería inconcebible que la OTAN no actuara si la seguridad de Suecia y Finlandia se viera amenazada”, afirmó Stoltenberg. EFE