La Venezuela actual requiere para salir adelante la unión de todos los ciudadanos que ven en el retorno de la democracia el final de todas las calamidades que sufren por causa de un régimen autocrático, que ha llenado de miseria y destrucción al país. Y hablamos de unión porque es un estadio más arriba de la unidad y en el que debemos incluirnos sin demoras. Se luchó mucho por alcanzar esa unidad, que pudo habernos catapultado hacia ese escalón superior de la unión, pero en el campo meramente político no se pudo, porque a la postre privaron los intereses partidistas y personalistas de un grupo que se salió de la constitución.
Juan Guaidó ha sido, sin lugar a dudas, el abanderado de la unidad en nuestro país. Llevó a diario ese mensaje por todos los rincones de nuestra nación y aún se mantiene en esa lucha y esfuerzo, pero en un plano y una realidad distinta. Frente a ello, llamó poderosamente la atención lo que dijo el pasado 6 de enero a través de un video que colgó en su cuenta de Twitter: “La tarea es derrotar a Maduro con una mayoría organizada, no es enfrentarnos entre nosotros. Por eso la unidad en Venezuela debe transcender a la UNIÓN con la gente a través de las primarias. Avancemos. Nuestro compromiso continúa. El reto es enorme y hay que empezar ya”.
Quien habla de esta manera solo puede ser considerado como un auténtico líder, que pese a las adversidades sigue del lado del pueblo, el mismo pueblo que desde el pasado diciembre le ha otorgado más fortaleza e ímpetu en el objetivo que se trazó como político, diríamos que antes incluso de ejercer como Presidente (E) de Venezuela (2019-2022).
Aquellos que pensaron que apartarían del camino a Juan Guaidó al eliminar el interinato se equivocaron. Lo grave es que al hacerlo provocaron un daño a Venezuela y su pueblo.
En este punto, si cambiamos el concepto de la cualidad del hombre de ser bueno o malo y lo trasladamos a la arena política, a Guaidó hay que ubicarlo del lado de los buenos polítícos, mientras otros ya se ganaron la corona de los malos. Y eso no lo dice solo quien escribe, pues basta con ver o leer las opiniones de personalidades con gran prestigio de nuestra sociedad y de los mismos venezolanos en las redes sociales.
Valga lo siguiente: el buen político es aquel que tiene como capital, no una abultada cuenta bancaria, sino el mayor número de ciudadanos que lo siguen y creen en él, porque defiende la unidad como arma para combatir a un régimen oprobioso, porque no lo dobla nada ni nadie, por no tener miedo, aquel que llega a reconocer con humildad los errores que se han cometido, para buscar los correctivos y que mantiene firme su ideal de libertad y democracia en procura del bienestar colectivo, dejando de lado lo personal. En cambio aquellos que pierden capital humano por haber actuado de espaldas al pueblo entran en la bancarrota política y de allí no saldrán y lo saben.
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Guaidó tiene razón: la elección primaria es el camino a seguir y es el que nos permitirá unirnos de verdad, para alcanzar una condición de fuerza ciudadana mayor, capaz de enfrentar y derrotar al régimen de Nicolás Maduro. En esa unión deben confluir todos los sectores de la sociedad organizada, con sus liderazgos propios, gremios profesionales, sindicalistas, académicos, pueblo en general, etc., quienes se comprometan en realidad en esta causa en forma de un nuevo pacto social moral que debe ser respetado, por la libertad, la democracia y el futuro que anhelamos todos.
Por ello, es menester entender que debemos cuidar las primarias como un tesoro, porque de allí saldrá el candidato idóneo y del pueblo democrático que, con un pacto de gobernabilidad hacia una nueva democracia con visión prospectiva en sus manos, le corresponderá llevar adelante el duro trabajo de la reconstrucción de Venezuela,
Pero atención, como el tesoro que es la primaria, no faltarán los ataques por orden del usurpador y de quienes lo siguen, para depredarla hasta aniquilarla. No podemos caer en las arenas movedizas de la ingenuidad, hay que entender que esto es mucho más que una posibilidad, que los intentos llegarán y que de concretarse, aunque no marque el final de la lucha, sí nos obligará a replantearla. De ser así, se requerirá precisamente de esa sólida unión a la venezolana, como la demostrada por los educadores el pasado lunes 9 de enero de este 2023 en su exitosa y multitudinaria jornada nacional de protesta. Esas movilizaciones ciudadanas evidenciaron que la esperanza y el deseo de luchar está intacto en los venezolanos.
Por eso es que debemos construir esa UNIÓN ya, como dijo con visión muy amplia Juan Guaidó.
Rafael Veloz García, diputado a la Asamblea Nacional y al Parlasur electo en 2015; expresidente de la Federación Interamericana de Abogados (FIA); miembro de la dirección nacional de Voluntad Popular, VP)