José Gregorio Contreras: Carta pública a la Comisión de Primaria

José Gregorio Contreras: Carta pública a la Comisión de Primaria

Distinguidos miembros de la Comisión de Primaria, les doy mi saludo, mis mejores deseos de bienestar, felicidad y muchos éxitos en el desempeño de la delicada misión democrática y republicana que les ha sido confiada, ello en ocasión de expresarles nuestro respaldo y confianza en la empresa de construir nuevos cauces de expresión junto a nuestro pueblo para el retorno de la democracia a Venezuela, definiendo las bases, planificando e implementando los procedimientos electorales que permitirán, superando las frustraciones de un “liderazgo” fallido, alcanzar los objetivos democráticos y republicanos, de las mayorías del pueblo venezolano que se oponen al régimen, a través de la escogencia de un nuevo liderazgo convincente y creativo.

Y más que un respaldo a tan trascendente misión, constituyen estas líneas un llamado de atención que me he propuesto hacerles, en nombre de muchos venezolanos que viven y padecen con angustia la dramática y catastrófica realidad venezolana, acerca de algunas aspectos vinculados a dicha misión que estimo de gran interés, en la idea de que ustedes  sumen a su desprendimiento, asertividad y racionalidad política en cada una de sus decisiones, transparencia y eficiencia en todas las acciones y resultados.

Nos duele y preocupa la frustración que en la actualidad vive la sociedad venezolana. Es imposible que las mayorías de nuestra sociedad no experimenten frustración e impotencia, si en el orden de la racionalidad democrática es imposible explicar que un régimen con un rechazo de más del 80% haya logrado permanecer en el poder por más de 23 años. Puede pensarse que los que permanecen con rechazo no juegan con reglas democráticas pero ello no justifica la inercia y negligencias de quienes le adversan, menos impide pensar que los que se han abrogado el papel de “opositores” no han cumplido su tarea, lo cual impone de manera urgente la renovación de ese “liderazgo” fallido.
La mayoría de los venezolanos hemos dado una lucha valiente, exponiéndolo todo, pero el convencimiento de la existencia de un “liderazgo” que no ha estado a la altura de las exigencias, ha producido un indeseado pero lógico repliegue de amplios sectores sociales que siguen esperanzados, sedientos de libertad y democracia y que lo darían todo por recobrarla, solo a la espera de que los faros que no han dejado de alumbrar ante tanto penumbra asuman el centro de la escena más legitimados por una auténtica elección popular.





Hay que reconocer que a pesar de la actuación nada transparente de ese liderazgo en estos días sombríos, han habido otros que han mantenido la moral en alto dentro de sus círculos; no minimizando la gravedad de los acontecimientos, y demostrando confianza en nuestra capacidad para salir de este atolladero, manteniendo una inquebrantable fuerza de continuar en la lucha hasta que hayamos triunfado.

La superación de la frustración y del estado de inacción de las mayorías opositoras reclaman hoy la renovación del liderazgo nacional y esta renovación, a su vez, de la realización de la primaria; definida esta como una autentica elección popular sin mediaciones de instituciones que sirven a intereses que antagonizan con nuestros sueños de libertad. Por tal razón, la primaria la vemos como una oportunidad de verdadero cambio, es decir, como una oportunidad para elegir un liderazgo serio, coherente e inquebrantable, que encamine al país hacia unas elecciones verdaderamente libres y nos permita conquistar nuestra libertad.

En sus manos está entonces esa posibilidad, con la realización de las primarias; devolverles a los venezolanos la fuerza y la confianza en la lucha hacia el camino de la libertad. Están ustedes llamados a desafiar, desobedecer, conciliar, superar todas las resistencias que puedan interponerse en el camino de esta aspiración del pueblo venezolano.

Pues, sin duda que el liderazgo que surgirá de esas primarias tendrá la fuerza de voluntad necesaria para influir sobre los acontecimientos y no para dejarse arrastrar por ellos; está llamado a hacerlo bajo esquemas democráticos pero con el poder decisorio necesario para hacer que funcionen todas las la estrategias que darán al traste con la desgracia que hoy se vive, siguiendo con ello las lecciones que la historia nos ha dado en los momentos aciagos que ha vivido la humanidad.

Tienen ustedes en sus manos la responsabilidad histórica de hacer posible esta aspiración del pueblo venezolano. Votar y que el voto cumpla con sus cometidos políticos es una de ellas; que lo hagan además todos los venezolanos sin que el hecho de que circunstancialmente estén fuera del país impulsados por la desgracia que este vive constituya un impedimento; que sea una elección cien por ciento manual, pues se ha perdido totalmente la confianza en el CNE; que sea un proceso de la sociedad democrática venezolana, una gran expresión cívica que nos retorne al momento político.

En sus manos ha caído la responsabilidad de conducir la voluntad de cambio de la inmensa mayoría del pueblo venezolano, de conducir un proceso no contaminado por el partidismo, que sea verdaderamente transparente, que la decisión que de allí surja no dé lugar a la menor duda.

Termino esta carta reiterando que tienen ustedes por delante un gran desafío, una oportunidad y una inmensa responsabilidad que no pueden eludir; Venezuela no les perdonaría frustrar nuevamente nuestras esperanzas y sueños de libertad, sea cual sea el juego del destino ustedes están llamados a marchar con las tropas del honor.
Me despido de ustedes, no sin antes recordarles que en sus manos está puesta la esperanza de millones de venezolanos para rescatar nuestra libertad. No nos fallen.