Cientos de manifestantes trataron este jueves de ingresar a las instalaciones del aeropuerto de Arequipa, la segunda ciudad más poblada de Perú, cuyas operaciones fueron suspendidas esta mañana como medida de prevención ante las protestas antigubernamentales que suman más 50 fallecidos.
Los protestantes trataron de irrumpir en el Aeropuerto Alfredo Rodríguez Ballón, rompiendo las vallas metálicas del perímetro del terminal aéreo, a lo que respondieron los agentes policiales con el lanzamiento de bombas lacrimógenas.
Horas antes, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones informó del cierre del aeropuerto “en salvaguarda de la integridad de la ciudadanía y la seguridad de las operaciones aeronáuticas”.
Los actos de violencia en las inmediaciones del aeropuerto de Arequipa comenzaron al promediar del mediodía, cuando un numeroso grupo de manifestantes que participaba del paro nacional convocado para este jueves intentó derribar las vallas de seguridad del terminal.
Desde que comenzaron las protestas antigubernamentales en diciembre, en varios puntos del país los manifestantes han intentado ocupar las instalaciones aeroportuarias, provocando el cierre de algunas de ellas, como fue el caso de la sureña ciudad de Juliaca, en la región de Puno, colindante con Bolivia, y el de Arequipa.
Previo a los enfrentamientos en las cercanías del aeropuerto, trabajadores de construcción civil bloquearon uno de los accesos de la denominada Ciudad Blanca, a la altura del puente San Isidro, y se enfrentaron a la Policía cuando los agentes llegaron para despejar la zona con el uso de bombas lacrimógenas, según informó la emisora RPP.
A raíz de estos enfrentamientos, tres manifestantes resultaron heridos y fueron derivados al hospital regional de Arequipa, siempre según el citado medio.
Las manifestaciones en Perú comenzaron el 7 de diciembre pasado, cuando Dina Boluarte asumió la presidencia del país tras el fallido autogolpe del exmandatario Pedro Castillo (2021-2022) y, tras una tregua navideña, volvieron a cobrar fuerza a partir del 4 de enero, sobre todo en el sur.
Hasta el momento, las protestas han dejado 43 manifestantes y un policía muertos, mientras que otras diez personas, entre ellas un bebé nonato, han perdido la vida por distintas causas provocadas por los bloqueos de carreteras y manifestaciones.
Los manifestantes exigen la renuncia de la presidenta Boluarte, el cierre del Congreso, el adelanto de elecciones generales a 2023 y una asamblea constituyente, entre otros reclamos.
EFE