Justamente este jueves, cuando líderes electos de la ciudad de Nueva York exigían en un acto en el Bajo Manhattan, más ayuda financiera para atender las necesidades de miles de solicitantes de asilo, que siguen llegando a refugios en los cinco condados, una señora airada interrumpió la actividad gritando: ¡Ellos no pueden ser la prioridad, cuando tenemos tantos neoyorquinos que por décadas viven en la pobreza, sin trabajo y sin vivienda!
Por El Diario NY
El telón de fondo de este reclamo, está lejos de ser un hecho aislado.
Se trata de uno de los ángulos más filosos de la crisis migratoria, que precisamente el Defensor del Pueblo, Jumaane Williams y el contralor Brad Lander, acompañado por congresistas, concejales y líderes comunitarios, estaban tratando de explicar.
“Nueva York siempre ha sido un faro por años para nuevos inmigrantes. Por ello exigimos al Gobierno federal y a la gobernación más recursos para darle la bienvenida a estas miles de personas y relajar las presiones presupuestarias a la Ciudad. Además, no puede ser que en este momento promovamos divisiones entre los que están aquí por años. Y los que están llegando”, remarcó William.
La exigencia y preocupación del Defensor del Pueblo, coincide con las crecientes presiones comunitarias que cuestionan que se dirijan millones de dólares para atender a los recién llegados, un clima de opinión que podría estar recibiendo el combustible de una retórica que encienda más el fuego del “nosotros llegamos primero”.
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