Tenía que cuidar al mejor amigo de su papá y ahora está presa por asesinarlo

Gerardo Daniel Spinazzola (76), asesinado en Paso del Rey (Buenos Aires). Luego prendieron fuego su casa para ocultar rastros.

 

 

 





Gerardo Daniel Spinazzola (76) tenía confianza total en Nathalia Elizabeth Lara (41), la hija de su mejor amigo, al punto que decía que era su “angelito”. Como tenía la movilidad reducida, era ella quien lo cuidaba. Ese vínculo fue aprovechado por la mujer, que ahora quedó detenida por el crimen del jubilado, con fines de robo.

Por Clarín

Los investigadores creen que Lara, con la ayuda de su pareja, una mujer de 42 años, amenazó a la víctima para que dijera dónde escondía 1.800.000 pesos argentinos (casi 10 mil dólares), pero ante la negativa lo apuñaló por la espalda.

Luego prendió fuego la propiedad y cargó algunos objetos robados en un Chevrolet Corsa.

Lo que nunca supo la mujer es que la plata estaba escondida en el falso fondo de un mueble. Con los datos aportados por el papá de la sospechosa, la Policía volvió a requisar el lugar y halló el dinero. Algunos de los billetes estaban quemados.

Fuentes judiciales informaron que la cuidadora de Spinazzola fue vista cargando bolsas en un auto color verde en la puerta del domicilio del jubilado minutos antes de que la vivienda comenzara a incendiarse.

“Según reconoció un vecino de la zona, instantes antes del incendio, estaba este auto estacionado en el frente de la casa con el baúl dirigido hacia la casa, mientras esta mujer cargaba varias bolsas en el vehículo”, explicó un vocero.

Con esa información, la fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de Moreno, Luisa Pontecorvo, solicitó la detención de la mujer, quien fue arrestada el martes a la tarde por agentes de la Policía de la Ciudad ya que tiene domicilio legal en el barrio de Villa Luro.

La sospechosa se negó a declarar ante la fiscal y fue imputada por el “homicidio agravado criminis causa y por alevosía en concurso real con robo agravado por el uso de arma blanca”.

“Los indicios hacen suponer que la víctima conocía a su agresor. La vivienda era una fortaleza. Cuando ingresaron los bomberos, lo hicieron por el portón lateral, el del garaje. No estaba cerrado con llave. La puerta del fondo estaba abierta de par en par”, aclaró la fuente consultada.

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