El fanatismo de los seguidores de Britney Spears parece haberse salido de las manos, lo que desató gran molestia en la intérprete.
Hace unos días se hizo saber que ellos buscaron ayuda policial, tras el retiro de Spears de su cuenta de Instagram; con el objetivo de “evitar una tragedia”.
La artista, quien no tomó esta acción de la mejor manera, se pronunció a través de Twitter, asegurando que sus fanáticos habían exagerado al enviar autoridades a su casa. “Amo y adoro a mis fans, pero esta vez las cosas han ido demasiado lejos y se ha invadido mi privacidad”, escribió.
En el mismo orden de ideas, explicó que: “La policía nunca entró en mi casa, y se dieron cuenta muy pronto de que no pasaba nada, así que se fueron inmediatamente”.
Para concluir, agregó que una vez más se sintió afectada por parte de la prensa, y es que aprovecharon para manejar la información de su desaparición de Instagram de forma sensacionalista.