Uno de estos acomodos es el papel protagónico del gobierno socialista de España en la continuación del dialogo, ya hemos presenciado al ex presidente Rodríguez Zapatero cruzar el océano muchas veces para mediar a favor de Maduro y es casi seguro que esa solicitud opositora de mediador al gobierno español en la eterna mesa de dialogo, tiene que ver con las gestiones y el esfuerzo de Rodríguez Zapatero por darle piso firme al gobierno.
En recientes sondeos de opinión los partidos políticos salen con muy poco apoyo, la mayoría de la población consultada no se siente representada por estos, los perciben divorciados del país real, ausentes de los conflictos y las protestas, mientras la gente está exigiendo unas mejores condiciones de vida que incluye salarios dignos y mejores servicios públicos, los políticos están embarcados en la nave de la cohabitación con Maduro.
La verdad que en este momento es difícil precisar si esta estrategia que apunta a proporcionarle legitimidad a Maduro puede producir resultados positivos para el cambio político necesario, o si va a impulsar unas primarias abiertas que muevan la fragmentación actual hacia un bloque unitario electoral, lo que es más evidente es que la mayoría de los venezolanos andan indiferentes a la dirección política de los partidos, que tienen una agenda distinta a las necesidades urgentes que nos agobian, esta indiferencia le resta credibilidad a los partidos, pero rescata a dirigentes como María Corina Machado, Antonio Ledezma y otros como Juan Guaidó y Andrés Velásquez, que mantienen una línea firme de denuncia en contra del régimen, pero lamentablemente sin una verdadera estrategia unitaria no representan peligro alguno para la continuidad de Maduro.
Aparecen otros políticos que representan a los partidos del G3 con aspiraciones como el gobernador del Zulia y el propio Capriles, que ya tuvieron su oportunidad y son vistos como barajitas repetidas que no despiertan emociones ni nada, salvo al interior de sus organizaciones.
El país que reclama en la calle, la sociedad civil que defiende derechos tiene sus lideres naturales y no falta quien vea en alguno de ellos un potencial candidato, pero hasta ahora ninguno de ellos ha asomado intenciones, se nombra a la profesora Castillo por su alta exposición mediática sin que lo niegue o lo afirme, en realidad la crisis de los partidos abre esas opciones, porque a diferencia de la mayoría de la dirigencia partidista que busca su quince y ultimo con la cohabitación, la dirigencia gremial reclamante y las ONG que defienden derechos y personas construyen un relato creíble, concreto y con respaldo ciudadano.
Las medidas que está tomando el régimen en contra de las ONG apuntan a enfriar la calle, porque la identificación de la protesta con algunas organizaciones no gubernamentales y no con los partidos, es entendida por el régimen como un peligro real por una poderosa razón, Maduro no tiene como solucionar la crisis económica y social venezolana, pero no puede permitir que la protesta se convierta en un tsunami social de consecuencias impredecibles, por eso apela a los partidos opositores y al dialogo, con una pequeña ayuda de los camaradas españoles a los que Rodríguez Zapatero ha convencido que es más rentable mediar en Venezuela que en Ucrania.